AJA Cion, Cinematografía 4K asequible

Desde su presentación hace menos de dos años en el NAB 2014, la CION de AJA se ha ido haciendo con su propio hueco de mercado. Y sus opciones se han ampliado merced a una sustancial rebaja de su precio inicial a casi la mitad, haciendo accesible la producción en 4K a sectores cada vez más amplios del mercado.
¿Qué es lo que AJA pone a nuestro alcance por menos de 5.000$? Una genuina cámara 4K (4096×2160), con obturador global (sin rolling-shutter), y sensor APS-C, que graba internamente ficheros en formato Apple ProRes a 12 bits, y que entrega señales AJA RAW para rodar en soportes externos hasta 120 fps. Esto son palabras mayores.
Empaquetemos todo en un cuerpo de aleación de magnesio, con soporte de hombro, repleto de conexiones y roscas para todo tipo de accesorios, y con una montura intercambiable para poder utilizar directamente ópticas de diferentes estándares y estaremos confirmando su arquitectura abierta y su extraordinaria adaptabilidad.
Aunque siempre tendremos que añadir objetivos, baterías, visor, almacenamiento, etc. en función de nuestras necesidades de producción, entremos a ver con más detalle que es y que no es esta cámara. Porque como siempre decimos, si sabemos elegir y manejar la herramienta adecuada, nuestro trabajo será mucho más sencillo y los resultados mucho más satisfactorios para nuestro cliente.
Comenzando por el aspecto físico, lo primero que nos ha llamado la atención es la hombrera al estilo de las clásicas ENG y los acabados en ante y madera. Efectivamente, ante en la hombrera y madera en el asa superior.
Si bien es posible que la maneje un único operador, después de trabajar con ella nos ha parecido que está mucho más orientada a un uso de estilo “cinematográfico”. No se trata de una cámara “point-and-shoot”, y contar con algún asistente prestando apoyo al operador principal será de agradecer. En función del visor que decidamos utilizar, podemos disponer de una gran cantidad de información como peaking, cebras, histograma, etc… pero la información de configuración y opciones de menú disponibles en la pantalla auxiliar que integra el cuerpo no se pueden llevar al visor externo.
Y eso dificultaría el trabajo de un único operador, aunque no lo imposibilita en absoluto. De hecho, el equilibrio que se logra una vez montadas óptica, matte-box, visor, empuñadura, batería, etc. es muy bueno. La aleación de magnesio del cuerpo hace que el peso se mantenga contenido en 3,5 Kg. sin comprometer ni la fiabilidad ni la robustez. Y la gran cantidad de roscas para todo tipo de accesorios facilita mantener este equilibrio ante prácticamente cualquier necesidad.
El cuerpo integra toda la experiencia y saber hacer de AJA en su interior, y en el diseño prima el concepto de arquitectura abierta en su interacción con el mundo exterior. Así, nosotros mismos podemos cambiar “con cuatro tornillos” el soporte de la óptica para utilizar de forma nativa cualquier arsenal del que ya dispongamos: desde los clásicos Arri ó PL, hasta los Canon EF ó Nikon tan en boga últimamente en el cine digital. Así como el soporte de baterías, donde también podemos elegir y cambiar entre gold-mount (Anton Bauer) ó V-lock (Sony). Nos hacemos la cámara a medida, y la cambiamos cuando nos convenga.
El único elemento propietario son las tarjetas de estado sólido para la grabación, AJA Packs, idénticas a las que utiliza el KiPro Quad, actualmente disponibles en 256 y 512 Gb de capacidad. Equivalentes a discos SSD, nos ha sorprendido que en el cuerpo sólo exista una ranura para una única tarjeta, porque limita la capacidad de grabación en soporte interno. Aunque esto tampoco supone mayor complicación, ya que las opciones de grabación en soportes externos son incluso más amplias.
Veamos cuáles son estas opciones de grabación. En soporte interno, siempre en formato Apple ProRes: DCI 4K (4096×2160), UltraHD (3840×2160), 2K (2048×1080) y Full HD (1920×1080). Pudiendo ser ProRes 444 a 12 bit hasta 30 fps, ó ProRes 422 a 10 bit hasta 60 fps. Podemos configurar los frame-rates entre: 23’98, 24, 25, 29’98, 30, 50 y 60. Y si contamos con unidades de grabación externa, podemos utilizar un formato RAW sin pérdidas con frame-rates hasta 120 fps.
En cuanto al sensor que se ocupa de registrar nuestras imágenes, se trata de un APS-C de obturador global. Esto significa que toda la imagen se lee al mismo tiempo, y por tanto, no existen efectos de rollilng-shutter. Y su tamaño, muy similar al de Super-35mm, garantiza la perfecta compatibilidad con las ópticas PL. Incorpora filtros ópticos de paso bajo e infrarrojo. La sensibilidad disponible no resulta espectacular, disponiendo de un margen aparentemente limitado, entre ISO 320 y 1000, pero el rango dinámico anunciado de 12 f-stop si es muy llamativo.
Y en relación a la conectividad, el abanico es realmente amplio: 6 salidas SDI en total (monitores, más 4x3G para 4K ó 4 flujos HD), 2 salidas HDMI (una soporta 4K), 2 entradas balanceadas de audio analógico XLR (con alimentación) que se registran a 24bit 48kHz, 1 salida de auriculares, 1 puerto Thunderbolt para grabar directamente en ordenador, 2 conectores Lan-C para control remoto, 2 conectores D-tap para alimentar accesorios (muy útil para el visor, por ejemplo), código de tiempo, genlock…
Para el volcado de las tarjetas AJA Pack existe un lector externo, con la peculiaridad de disponer de puertos Thunderbolt y USB 3.0, pero necesita de alimentación externa (viene con alimentador de 120-220v) para funcionar.
Podemos comenzar a utilizar la cámara con sólo unos pocos elementos adicionales: óptica, batería y dispositivo de grabación, interno o externo. Pero recomendamos completar el conjunto básico con al menos, un visor, algún tipo de empuñadura si pretendemos usarla al hombro, y un matte-box, ya que no disponemos de filtros ND integrados.
Después de tanta teoría, ya va siendo hora de ponerla en marcha. Lo primero que capta nuestra atención es el tiempo de encendido, no apto para ir con prisas, que ronda los 25-30 segundos.
Una vez operativa, nos ponemos a investigar. La botonera situada por encima de la pantalla integrada en el lateral del cuerpo, nos permite acceder directamente a las funciones de reproducción de clips, sin necesidad de conmutar ningún modo Play/Rec. De lo más rápido y efectivo que conocemos. Mientras que la situada en la parte inferior nos da acceso al menú y a todos los parámetros de configuración con la ayuda de la rueda giratoria. Y ya sólo nos queda el gran botón rojo para inicio/parada de grabación, los mandos giratorios para el control de nivel de audio junto a los vúmetros. En el caso de estar manejando la cámara al hombro, esta ubicación no facilita su uso, e incluso se podrían llegar a mover accidentalmente. Y finalmente existe otro control de volumen más en la parte superior, para la salida de auriculares.
A diferencia de lo rápido y eficiente de la botonera de reproducción, el manejo del menú no deja indiferente, y es recomendable familiarizarse con él antes de salir a rodar. El hecho de tener visible sólo una opción cada vez, y tener que ir recorriéndolas hasta encontrar nuestra selección hace que encontrar lo que se busca pueda ser un poco más laborioso. Sobre todo porque el abanico de opciones es bastante extenso, con más de 40 entradas de menú entre las que elegir. Y porque el ajuste de algún parámetro puede producir la modificación de otros. Por ejemplo, al modificar el formato de grabación, se puede alterar el frame-rate.
En este sentido, la posibilidad de conectar la cámara a un ordenador vía Ethernet y acceder a todas sus opciones de configuración mediante una interfaz gráfica, hace que sea mucho más recomendable, seguro y eficiente utilizar este método, y dejar el posible ajuste de alguna opción a través del menú como algo extraordinario.
Un detalle que también habrá que tener en cuenta antes de rodar es el ventilador. Se puede configurar su velocidad y, por tanto, el nivel de ruido. Muy silencioso en condiciones normales, sólo podríamos llegar a encontrarnos en situaciones comprometidas si debemos rodar cerca de actores en entornos muy calurosos.
Uno de los aspectos que ha dado bastante que hablar desde su aparición, en estos tiempos de sensibilidades impensables, es precisamente el escaso margen de opciones disponibles en este sentido, con un rango de valores ISO que comienza en 320 y no sube más allá de 1000. No obstante, el ruido que se genera en los valores más altos resulta razonable y recuerda, incluso, más al clásico grano de película que al moderno ruido electrónico.
Y en esta línea de aspecto cinematográfico, nos encontramos con unas opciones de procesado de imagen muy interesantes. En primer lugar, y sin necesidad de recurrir a ninguna curva de gamma, el resultado de color es muy fiel, y especialmente la reproducción de tonos piel es sumamente agradable. Con el único requisito de cuidar una exposición correcta.
En este sentido, las curvas de gamma también tienen sus particularidades: desde trabajar con una configuración en la que obtengamos un resultado utilizable directamente, sin necesidad de ningún tratamiento posterior; o bien configurar alguna de las modalidades expandidas, que nos permiten ampliar el rango dinámico a sus valores máximos.
Los modos “normal expandido” y “expandido 1” amplían el rango registrable y permiten un procesado muy extenso, con grandes márgenes en postproducción, pero no disponemos de opciones de LUT para emular en visor una aproximación al resultado obtenible, y hay que trabajar con las imágenes lavadas características en estas configuraciones.
La recomendación de AJA para obtener el máximo rango dinámico es configurar gamma en “expanded 1” y ajuste de color en “flat”. En este punto no hemos hecho pruebas exhaustivas o rigurosas como para cuestionar con solidez el valor óptimo anunciado de 12 f-stop, aunque diríamos que, como casi siempre, el rango dinámico anunciado es un tanto optimista.
Al menos en esta versión de firmware, tampoco hemos encontrado opciones de curvas tipo S-Log. En este sentido, lo que sí hemos podido comprobar es que las zonas sobreexpuestas apenas admiten recuperación, por lo que debemos ser bastante cuidadosos para no sobreexponer. Pero no debemos forzar las sombras, que si bien admiten un cierto nivel de recuperación, tampoco permiten demasiadas alegrías para no arriesgar la aparición de ruido. El rendimiento en bajas luces es un punto mejorable en este equipo.
A nivel de detalle, el resultado es extraordinario. Lo que unido a su excelente reproducción cromática hace que se trate de una herramienta realmente apta para trabajos de casi cualquier ámbito, con la única condición de cuidar la iluminación. Publicidad, cine…, cualquier entorno donde podamos controlar la iluminación será un escenario perfecto.
En resumen: nos encontramos ante una gran herramienta, con grandes posibilidades y algunas limitaciones. Por estos motivos, y a pesar de su precio tan ajustado para todo lo que ofrece, hace que sea una cámara adecuada a profesionales con un cierto grado de experiencia, que serán los que sepan obtener todas las satisfacciones que este equipo puede proporcionar.
Txt: Luis Pavía