Audio para editores de vídeo (V)
Han sido unos cuantos meses los que han pasado desde nuestra última entrega y me alegra volver a estar con vosotros para continuar nuestra serie de artículos sobre “Audio para editores de vídeo”.
Nuestro último punto fue narrar cómo son las funciones de control del audio en la aplicación Final Cut. Vimos cómo controlar la señal y optimizarla para obtener una buena toma y poder controlarla en la mezcla usando un compresor.
Final Cut es un excelente software de edición de vídeo que incorpora lo necesario para controlar el audio, pero podríamos decir que se queda corto si queremos usarlo de una manera sofisticada. La suite de Apple cuenta con un gran aliado: Soundtrack.
Soundtrack es una aplicación dedicada a la edición y mezcla de audio y con ella podremos realizar sofisticadas acciones sobre nuestros soundfiles de una manera muy sencilla y con unas funciones realmente únicas.
En el mercado existen numerosos programas de grabación, edición y producción de audio. Podemos destacar, entre otros, Protools, Cubase, Logic o Digital Performer, todos ellos excepcionales y que únicamente se diferencian por el diseño de la interfaz de usuario “User interface” y ciertas funciones propias de cada aplicación. Existe mucha controversia sobre lo que se suele denominar “motor de audio”, originalmente denominado “Audio Engine”. Éste, el audio engine, es el encargado de efectuar todas las operaciones matemáticas que se realizan para procesar la señal.
Un software de edición/producción de audio trabaja en dominio digital y recordemos que para que la señal de audio pase del dominio analógico al digital se ha de efectuar una conversión. Esta conversión es del tipo AD (“analog to digital”). Es en este proceso en el que nuestra señal pasa de ser magnética a convertirse en grupos de ceros y unos, es decir, en una señal discreta. Todo el proceso que continúa se realiza mediante cálculos matemáticos y quien los realiza es nuestro “Audio Engine” en base a los algoritmos diseñados para emular los distintos componentes que necesitemos.
Lo que sí es importante saber es que el tipo de procesador que efectúe los cálculos podrá ser más o menos rápido, y en consecuencia nuestros procesos serán más o menos efectivos, pero en igualdad de condiciones respecto al algoritmo que los regule, la calidad será siempre la misma. Con esto queremos decir que un mismo plugin en una aplicación distinta sonará igual siempre y cuando el conversor AD/DA utilizado sea el mismo.
Soundtrack es una aplicación que utiliza “Core Audio” para gestionar el audio como audio engine. Los plugins que podemos usar en esta aplicación son del tipo AU (“audio units”), y las tarjetas que podemos asociar serán todas aquellas que permitan la gestión del audio mediante “Core Audio”. La totalidad de tarjetas de audio en la actualidad lo soportan, incluida la nueva gama de audio cards de Digidesign.
La configuración de cualquier dispositivo “Core audio” se efectúa con una aplicación que viene con el sistema operativo de MAC y que se encuentra en la carpeta utilidades:
Macintosh HD/Aplicaciones/Utilida-des/Configuración audio MIDI
Es aquí donde configuraremos nuestra tarjeta de audio para que sea reconocida por el sistema. Una vez que el sistema haya reconocido la tarjeta, todas las aplicaciones que usen “Core audio” podrán hacer uso de ella.
Snow leopard incluye los drivers de la mayoría de las tarjetas del mercado y con sólo con conectarla el sistema la reconoce. Si no apareciera, lo primero que debemos de hacer es comprobar las conexiones, y si todo está bien lo más probable es que necesitemos instalar un driver, que por lo general viene incluido dentro del disco de instalación. Podría ser que los drivers de la tarjeta en cuestión estén obsoletos y necesitemos actualizar a la última versión disponible. Esto se suele hacer a través de Internet, en el área de descarga de producto dentro de la página web del fabricante de la tarjeta. Procedemos a la descarga de los últimos drivers, los instalamos, y si todo está bien nuestra tarjeta será reconocida por el sistema.
¿Por qué Soundtrack es la aplicación ideal para los editores de vídeo?
Responder a esta pregunta es sencillo. Simplemente porque está diseñada para la postproducción de audio para vídeo. Aunque podríamos usarla como editor de audio para producción musical, su verdadero punto fuerte es proporcionar las herramientas necesarias para realizar sonorizaciones, ediciones y mezclas dentro del ámbito broadcast. Obviamente para gustos hay colores, y encontramos en el mercado otras dos aplicaciones que están igualmente especializadas en el audio dentro del ámbito broadcast. Me estoy refiriendo a Soundbooth, y por supuesto, al standard de la industria, Protools. El resto de aplicaciones de audio del mercado tipo Logic, Cubase, Digital Performer, etc. están más orientadas a la producción de audio en el ámbito musical y no tanto en el broadcast, aunque no por eso no dejan de resultarnos válidas.
¿Qué es lo que diferencia a Soundtrack respecto de otras aplicaciones de edición/producción de audio?
La respuesta a esto es clara y contundente: un entorno totalmente no destructivo, único y sin igual donde cualquier decisión tomada es reversible. Y no sólo eso, sino que además podemos alterar el orden de las decisiones tomadas. Por ejemplo, podemos aplicar una normalización en el audio, a continuación ecualizar y finalmente comprimir la señal. Si tenemos la duda de si queremos escuchar la señal comprimiéndola antes de ser normalizada solo tenemos que cambiar el orden de la acción de entre una lista y colocar el proceso de compresión antes del de normalización. Automáticamente todos los procesos siguientes se adaptan al cambio efectuado. Esto en cualquier otra aplicación no es posible; el proceso de edición de audio depende de un simple “Undo” o retroceso, y en el mejor de los casos se nos permitirá hacer uso de una lista de Undos pero que no permite el cambio de orden en las acciones ni la desconexión de las mismas. En definitiva, el proceso de edición de un archivo de audio se ve beneficiado por un programa realmente práctico, intuitivo y, como decíamos, único.
La elección del software a utilizar siempre dependerá del criterio y gusto personal de cada uno, y lo bueno es que el proceso de audio a realizar será siempre el mismo independientemente del software elegido. Esto es así porque tanto el audio como los procesos del audio son siempre iguales y se rigen por el mismo tipo de técnicas y dispositivos, sin importar el software que utilicemos. Con esto quiero decir que los parámetros y técnica utilizados al emplear un ecualizador, un compresor o una reverb serán siempre iguales, al margen del software que utilicemos o si éstos son una versión hardware.
¿Qué ofrece Soundtrack al editor de vídeo que emplee Final Cut?
Una integración total con la aplicación de edición de vídeo, pudiendo iniciar el proceso de edición y colocación de archivos de audio en el time line de Final Cut. Además, permite enviar tanto un simple clip de audio como un time line completo a Soundtrack para ser procesado, editado o mezclado. Así, una vez realizado este proceso, es posible devolver la mezcla al time line de procedencia en total sincronismo con nuestra edición y, de este modo, expandir las capacidades de audio de las que disponemos en Final cut. A este proceso se le denomina “Roundtriping”
¿Si editamos con Premier existe algo parecido? ¿Y si editamos con otro sistema de edición de vídeo, cómo ampliamos sus capacidades de mezcla?
Para el primero, deciros que la aplicación Soundbooth sería el equivalente dentro de la suite de Adobe, y que al igual que Soundtrack, nos permite tener un vínculo con el programa de edición de vídeo, en este caso Premiere Pro. Sin embargo, no dispondremos de ese entorno de edición no destructiva que posee Soundtrack y que le distingue de los demás.
Para aquellos que usen cualquier otro sistema de edición de vídeo, simplemente tendrán que decantarse por el software de edición de audio del mercado que más les convenga o guste, pues la ventaja de tener la posibilidad de roundtripping con el programa de edición de vídeo empleado no existirá. En consecuencia, no se verá beneficiado por ello, con lo que la decisión sólo vendrá impuesta por el gusto personal del editor. Todas las aplicaciones a las que nos hemos referido anteriormente (Cubase, Nuendo, Protools, Logic, Digital Performer) son de alta calidad y todas ellas resultan óptimas para realizar cualquier trabajo de edición de audio y postproducción.
Una vez aclarado todo esto, comenzaremos a centrarnos en la aplicación Soundtrack Pro. El motivo no es otro que el de dar continuidad al capítulo anterior donde planteábamos una serie de situaciones y las resolvíamos con las herramientas de audio de Final Cut. Empecemos por saber cómo establecer el flujo de trabajo adecuado para realizar el roundtripping entre Final Cut y Soundtrack.
Cuando nos fijamos en el time line de Final cut podemos observar que hay una línea divisoria que separa las pistas de audio, de color azul, de las de audio, de color verde. Cuando seleccionamos cualquier clip de audio y hacemos click sobre él con el botón derecho, nos aparece un menú denominado “send to”. Al seleccionarlo, se despliegan las acciones que podemos realizar con ese archivo de audio:
Soundtrack Pro Audio File Project. Esta función enviará el archivo seleccionado a un proyecto de edición de audio mono o estéreo, pero en cualquier caso de tipo individual. Está indicado para el procesado del archivo y corrección del mismo. Desde aquí podremos reducir el ruido, quitar golpes de viento o sibilancias. Generalmente está indicado para realizar el procesado de un archivo individual en el proceso de Sound Designing.
Soundtrack Pro Multitrack Project. Esta función enviará el/los archivos seleccionado/s a un proyecto de edición de audio multipista, en el que podremos realizar una mezcla final de nuestra secuencia o proyecto. Una vez dentro del proyecto multipista, podremos procesar cualquier archivo contenido en él de forma individual y realizar cualquier tipo de edición de audio en su editor correspondiente de manera individual.
Soundtrack Pro Script. Esta función enviará el/los archivos seleccionado/s a un script “guión” programado en Soundtrack para así procesar por lotes nuestros archivos de audio. Este proceso, si se tiene bien aprendida y adquirida la técnica, puede suponer un ahorro de tiempo espectacular en nuestro flujo de trabajo, pues mediante él podremos automatizar un sinfín de tareas repetitivas.
Cualquier lista de acciones realizada en Soundtrack puede ser salvada como script y después desde Final Cut Podremos enviar directamente nuestros archivos de audio a ese script. De esa manera los archivos enviados serán procesados de manera idéntica.
Por poner un simple ejemplo, imaginemos una posible situación en la que tenemos que reducir el ruido de varias tomas de locución que se realizaron en el mismo lugar y a la misma hora, con lo que el ruido de ambiente es idéntico para todas ellas. Simplemente tendremos que ajustar los valores en una de ellas y salvar el proceso realizado como script para luego proceder a enviar a este script el resto de las tomas. De forma se aplicará automáticamente el proceso efectuado en la primera toma al resto y así ahorraremos mucho tiempo.
Soundtrack Pro Last Script. Esta función lo único que hace es aplicar al archivo seleccionado el último script utilizado, siendo éste procesado de igual manera que el anterior.
Estos menús no solo podemos seleccionarlos de la manera y en el lugar descritos anteriormente, sino que también podemos hacerlo desde el Browser y desde el menú File situado en la barra superior del Mac. Desde el browser haremos click sobre cualquier área gris de la ventana, presionando el botón derecho y eligiendo el menú “send to” igualmente. Desde el menú File accederemos directamente al submenú “send to”.
Cuando seleccionamos un archivo en Final Cut y lo enviamos a Soundtrack mediante la función “send to Soundtrack Pro Audio File Project” nos aparece una ventana indicándonos qué y cómo queremos realizar la exportación o roundtripping. Al exportar desde Final Cut, crearemos un archivo con la extensión .stap, en el que aparte de mantener el nombre original o renombrarla, cosa poco recomendable, vemos que existen dos opciones disponibles a realizar. Por defecto viene seleccionada la función “Save Project with latest clip metada”. Esta opción es la recomendada por la aplicación, y haciendo uso de ella mantendremos todos los metadatos del/los archivos en cuestión.
Si queremos procesar la totalidad del archivo de audio al que pertenece el clip a exportar, dejaremos sin seleccionar la función “send rerefenced media”, y si por el contrario solo queremos procesar el clip tal como existe en el time line y dejar sin procesar el resto del archivo al que pertenece, seleccionaremos la casilla “Send only referenced media”. Si elegimos esta opción vemos que podemos seleccionar un coleo, o reserva, tanto a la entrada como a la salida del archivo de audio. Esto no es por otro motivo que tener la posibilidad de poder realizar cualquier tipo de crossfade, pues es necesario tener material sobrante “handle” para poder ser realizado.
Si seleccionamos uno o varios archivos de audio en Final Cut y los enviamos a Soundtrack mediante la función “Send to Soundtrack Pro Multitrack Project”, nos aparece una ventana diferente a la anterior en la que, igualmente, se nos indica sobre qué y cómo queremos realizar la exportación o roundtripping, pero esta vez hacia un proyecto multipista. Es el que generalmente utilizaremos, pues lo que habitualmente buscamos es realizar una mezcla “Pro”. En este otro caso nos aparece una ventana de navegación prácticamente igual a la anterior en la que encontramos dos funciones distintas al caso previo.
“Open in Soundtrack Pro Multitrack Editor”. Si está seleccionada, exportará y creará un proyecto multipista SoundtrackPro con la extensión .stmp, ejecutando de forma automática la aplicación y abriendo el proyecto creado. Si no está seleccionada, creará igualmente el proyecto pero ni lo ejecutará ni lo abrirá, siendo nosotros quien abramos la aplicación y el proyecto creado cuando deseemos.
“Include Background Video”. Si seleccionamos la función, exportaremos la película junto con los archivos seleccionados para así poder tener la referencia de imagen mientras realizamos la mezcla. La calidad de la película puede establecerse en las dos siguientes opciones, en las que si seleccionamos “Fully Rendered Video(Slow)” obtendremos una película renderizada con la máxima calidad (pudiendo ser ésta considerada como master final para así incluir la mezcla final en ella y obtener el master), o bien seleccionaremos “Base Layered Video”, obteniendo una película de baja resolución que nos sirve como referencia y que incluye la totalidad de fotogramas para así poder efectuar nuestra mezcla o sonorización con exactitud al frame. Dependiendo de si elegimos una u otra resolución/calidad de imagen el proceso será más rápido o más lento. La tercera opción “Save Project with latest clip metada” es la misma que en la función anterior de exportado.
Al enviar el proyecto, si le hemos dicho dentro del cuadro de opciones que al crearse se abra automáticamente, éste se abrirá con las mismas pistas de audio que contenía la sesión de Final Cut.
La principal diferencia que encontramos al trabajar con Soundtrack en vez de Final Cut reside en que, al trabajar en un proyecto en Soundtrack, podemos realizar una mezcla completamente profesional y sin ningún tipo de limitación técnica. Soundtrack complementa y amplía las funciones de audio que encontramos en Final Cut.
En la próxima entrega aprenderemos a crear un entorno de trabajo en Soundtrack utilizando canales, buses, envíos y retornos.