Canon C100 vs C300 ¿Cuál necesitas?

La imagen del Súper 35 con la facilidad de hacer fotos, eso es lo que ha logrado Canon con estos dos modelos. Ambas cuentan con el mismo sensor super 35 con resolución HD. Cámaras que permiten trabajar con poca luz, con rapidez, siendo el contenido la finalidad. No hay complejidades técnicas y tienen una excelente ergonomía. Están pensadas para realizadores que disfrutan con la generación de contenido no con la pesadilla de las configuraciones de menús, codecs y formatos.
En el momento en el que escribimos este artículo muchas personas que tienen pensado comprar una cámara se preguntan si HD o 4K y si sensor grande o pequeño. Para bien o para mal hace tiempo que no hay una cámara para todos los propósitos. No es que antes la hubiese, es que antes el precio de una cámara “normal” era tan alto, que sí o sí, esa cámara era la que debíamos usar para todo. Ahora la oferta es increíblemente amplia y el tipo y estética del contenido determina la cámara. Respecto a HD o 4K lo que debes saber es que el consumo de contenidos desde hace tiempo tiene en las pantallas pequeñas gran demanda. Ahí la resolución con la que grabes no es determinante. Incluso la televisión convencional, la que vemos en casa, seguirá en resolución HD por algún tiempo. Si tu contenido, el que produces tiene estos destinos, tal vez HD sea tu alternativa. Es evidente que todos queremos más, y 4K gusta por las posibilidades que ofrecen esas “4 veces la resolución HD”, pero el coste del equipo y la edición tal vez no se justifique con lo que vas a cobrar por esos trabajos. En cambio, si tienes claro que lo que grabes pretende perdurar, la opción es 4K. Otra cosa es que tus clientes sepan lo que compran y quieran pagar por ello.
Respecto al tamaño del sensor, debemos tener claro que prácticamente todos nos sentimos más cómodos y nos agrada más, la estética del Súper 35. La que en cierto modo la Canon 5D MarkII mostró hace unos años. Si bien es cierto que es sensor 35 de fotografía, de lo que hablamos es de esa apariencia que el cine nos mostraba siempre. Dicho esto, de momento no tenemos cámaras de sensor de “cine” y funcionalidades de video convencional. Esas cámaras llegarán sin duda, pero actualmente las cámaras de Súper 35 no ofrecen zooms suficientemente largos con aperturas constantes, o al menos en el rango 1,6 – 3,5, como las cámaras de video. Y los hechos son que, en un mismo trabajo, podemos necesitar esos zooms y forma de trabajar rápida y querer la estética del 35 cuando sea posible. Por ello siempre recomiendo un pack de cámara de 35 y cámara de video. Sabiendo cuando emplear cada una, el resultado es excelente, y de hecho, hay tantos programas en TV que funcionan así que no merece la pena insistir más en este concepto.
La Canon C100 bien podría ser esa cámara de súper 35 del pack. Ya hemos comentado que cuenta con el mismo sensor que la C300. De hecho son en muchos sentidos, cámaras muy parecidas, por lo que las comentaremos sobre sus diferencias. Lo que es común es su cuerpo, físicamente muy parecidas, excelente ergonomía. Peso bien balanceado. Se manejan en mano exactamente igual que una cámara de fotos, te la pegas a la cara, el ojo en el visor, una empuñadura regulable perfecta, el iris donde lo tendrías en una cámara de fotos, el enfoque lo mismo. Los filtros ND, (físicos) en un lateral que te permiten actuar sobre ellos sin despegar el ojo, si mover las manos como para perder estabilidad, una gozada. La C100 pesa al completo, (sin óptica), 1,8 kilos, con la pantalla que es fija, la empuñadura y el asa. La C300 en esas mismas condiciones un kilo más. He trabajado con ambas una jornada entera y sí se nota esa diferencia de peso. Pero lo que más determina esa sensación es la lente. Trabajé con la C100 y un objetivo Canon 35mm F2 estabilizado y con la C300 y el 24-105 F4. En el primer caso, todo es tan fácil que la cámara parece una extensión de tus manos. Después de trabajar con ella, me resulta surrealista la forma en la que trabajamos con otras cámaras, con una ergonomía solo entendible desde la premisa de que quien las diseña no sabe cómo es nuestro trabajo. Explicaciones del tipo, “son cámaras para trabajar con trípode o estativos” me resulta chocante. No he conocido ningún sistema de estativo que no suponga un engorro, un peso considerable, y una ergonomía aún más discutible. Nos empeñamos en manejar cámaras mal concebidas como cámaras de cine tradicionales. Nos empeñamos en manejar el lenguaje técnico y los tiempos del cine en un mercado que demanda solo contenido adecuado y que nos ha puesto a todos en el sitio que debíamos tener. Personas con un digno oficio y no artistas sobre los que todo debe girar. Cuando cogí la C100 con esa lente, compacta, con un estabilizador efectivo, dije, “ahora sí” Lo que veo es lo que ven mis ojos. Si solo pudiera tener una cámara, ahora mismo, esta sería mi cámara y mi lente. Lo bueno es que para cuando leamos este articulo seguro que ya hay novedades. Este mercado, como otros tantos, es así.
La C300 con la lente mencionada, la 24-105 F4, es igual de ergonómica pero más contundente en peso. Se percibe claramente como una cámara de mayor rango. Y es que cuesta el doble. Los filtros ND se manejan con dos botones, comodísimo. Ves pasar un instante los filtros. No puede ser más fácil. El visor es evidentemente mejor. ¡Basta ya de cifras! Veo visores de menor resolución con mejor rendimiento que otros de mayor resolución. Lo que cuenta es el momento tecnológico, qué da de sí la tecnología en un momento determinado. Pensemos como un anciano enamorado de la vida que no quiere perder ni un solo segundo en cosas que no sean prácticas. Cual se ve mejor y cuanto vale, eso es todo. Con ello decido. A mí por ejemplo, que vengo de pelearme con una 5D y mi miopía e incipiente vista cansada, el visor de la C100 me compensa respecto a lo que ahorro. Que el de la C300 se ve mejor es rotundo. Más grande, más nítido.
Con las pantallas pasa lo mismo, 4 pulgadas de mayor resolución en la C300 frente a 3,5 de la C100. En la hermana mayor además se puede colocar en distintos sitios gracias a un anclaje, e incluso no llevarla si el rodaje es claramente en modo “fotógrafo” y queremos aligerar o proteger el equipo. El reto de los fabricantes es incluir pantallas más grandes y que no suponga una pérdida de ergonomía. Que es difícil es evidente, pero ese es su trabajo, mejorar los productos y hacerlos más capaces y cercanos. Los Smartphone están poniendo en evidencia este aspecto de las cámaras. Hasta que el WiFi entre cámaras y teléfonos sea algo útil y práctico, más allá de una buena intención, esto es lo que tenemos. Esa media pulgada y una resolución muy decente hacen que podamos revisar el trabajo en la C300 con mucha confianza. Obviamente estas pantallas y visores ofrecen la información habitual y el utilísimo peaking y magnificación de imagen que funcionan ambos mientras grabamos.
La distribución de botones en ambas cámaras es excelente. Cada función de uso habitual tiene un botón de tamaño suficiente. Y como no puede ser de otra manera disponemos de otros configurables. Respecto a ergonomía solo puedo decir que ya era hora de que alguien resolviese el tema de cómo sostener con solvencia esta ya no tan nueva generación de cámaras de video con sensor grande.
Respecto al audio, solo mencionaré que por supuesto ambas cámaras incorporan en el precio un asa con las conexiones profesionales XLR y los controles que esperamos. Estas asas se quitan y ponen rápidamente. Si por ejemplo vamos a colocar la cámara en estabilizador tipo “gimbal” steady de mano, pequeño travelling, etc. Reducir peso y volumen será un acierto.
Hace años RED abrió un melón interesante. La cámara son tres partes. Sensor, lente y almacenaje. Según inviertas en cada aspecto así será la imagen que obtengas. En eso están ya todas las marcas. En cuestión de lentes poco hay que decir de Canon. Los hechos son que aunque se puede trabajar con lentes de cine, exquisitas en todos los detalles, bokeh, definición, (rotunda pero no de resultado electrónico), mínimo viñeteado, etc. sean de Canon o cualquier otro fabricante, (de 3.000 euros en adelante cada lente fija), las lentes de foto de la serie “L” harán que sientas que el salto cualitativo respecto a grabar video con DSLRs es abismal. Incluso con la lente fija 35 F2 estabilizada, (gama media), por la comodidad y resultado, la imagen es muy adecuada. En la C300 también puedes contar con montura PL. Probablemente sean las casas de alquiler las que tengan más dudas a la hora de elegir una u otra. Respecto a las lentes es necesario recalcar que el abanico es inmenso, pero no todas podrán disfrutar del sistema de autoenfoque de Canon que se ofrece como opción y que un poco más adelante co-mentaré.
Nuestro contenido, después de pasar por la lente, se encuentra con un sensor y los conjuros internos que cada fabricante emplea para sacar lo mejor del mismo. Como le ocurre a Sony, mismo sensor en distintas cámaras y a partir de ahí empiezan las dudas. Hace tiempo que dejé de interesarme en las cifras técnicas. En especial cuando veía el rendimiento con poca luz de las RED y las BlackMagic. Lo que hago es grabar unos planos con poca luz y poco contraste. En esas condiciones sale lo peor de cada cámara. Compruebo la imagen que da y valoro si lo que obtengo se encuentra más barato en otro fabricante. En nuestro día a día, muchas veces grabamos en condiciones en las que hay poca luz y poco contraste. Son más de las que imaginamos. Este sensor rinde verdaderamente bien con poca luz. El tema del ruido que como en todas las cámaras es una realidad, tiene una presencia poco agresiva. He tratado la imagen con ruido con el plugin “neat video” y el resultado es muy interesante. Saber en qué condiciones rinde peor tu cámara, como mitigar esos aspectos durante el rodaje o en la edición es lo que me preocupa, no si la cámara tiene un ISO nativo de 850 o si su sensibilidad es F10 a 2.000 Lux. Llevo años viendo esas cifras y el resultado es bien distinto con el paso del tiempo. No tengo duda de que en los próximos años lo que viene son cámaras muy sensibles. Esto abre un nuevo horizonte a la hora de grabar planos generales sin iluminar y poder emplear diafragmas de al menos F4, y olvidarnos de esas imágenes pastelosas a F 1,4 que tal vez den el pego en planos cortos, pero que en los generales desmerecen mucho.
Respecto a resolución, más allá de lo obvio, que son cámaras HD, diré que he percibido una imagen más cristalina en la C300 que en la C100 empleando la misma óptica y mucho me temo que es el Codec de grabación. En la C100 nos quedamos en AVCHD y en la C300 podemos llegar a MPEG2 a 50 megabits 422. En ambos casos a 8 bits. Con la C300 re encuadré algunos planos, no más de un 10% para simular falsos zooms lentos y el resultado fue fantástico. En un Televisor HD de 50 pulgadas las imágenes se ven verdaderamente bien y en especial destaca el rango dinámico. Hoy por hoy un sensor de este tamaño con resolución HD es la respuesta a las condiciones de luz adversas. No es arbitrario que la C300 se esté empleando en muchas producciones televisivas en las que se busca un acabado potente mientras se trabaja muy rápido. Cuando hablamos del códec de la C100 no podemos obviar los grabadores externos en discos SSD. Por unos 600 euros podemos grabar la señal “limpia” desde el puerto HDMI, por ejemplo a un ProRes 422 a 50 megabits (falso 10 bits), por lo que estaremos en las mismas condiciones que en la C300.
DAF, Autoenfoque. Pues ha llegado algo que esperábamos en este tipo de cámaras con sensor grande, el autoenfoque. Bien, si tienes los prejuicios de los que se hacen llamar así mismos, “profesionales del cine, no del video”, no te gustará leer esto. El DAF ha logrado que cuando se dan las condiciones adecuadas el autofoco te saque una sonrisa. Lo primero de todo es aclarar que es una opción de pago. Está presente en la C100 y C300. En el momento que escribo la zona de autofoco alcanza al 20% central del visor. Lo que no esté en esa área no está sujeto al efecto del autofoco. En principio pensé que era un área muy pequeña. Si se pretende que un objeto que queda en un lateral se enfoque de esta manera no se puede. Si esa es la circunstancia, deberás enfocar a mano. El DAF funciona de una forma muy simple. Pulsas un botón perfectamente ubicado, al lado del pulgar de la mano derecha, y esta activado, ves una zona levemente resaltada en el centro del visor que te lo indica. Aún en modo activado, puedes usar el anillo de foco de la lente. Si pulsas nuevamente el autoenfoque deja de funcionar. Es elección del operador cuando activarlo o cuando no, e ir alternando entre autofoco y manual cuando conviene. Cuando uno ve cómo funciona el DAF, la suavidad al cambiar el foco, sin ningún efecto electrónico, te preguntas cómo lo hace. ¿Funciona siempre? No, cuando entran en conflicto dos elementos que pudieran ser el foco de interés, el sistema duda, pero ocurre pocas veces. Tengo la sensación de que en un futuro próximo estos sistemas se apoyarán en una rueda en el mismo sitio que el disparador, a continuación de la rueda del iris por ejemplo, y desplazaremos el plano de foco sin despegar las manos de la cámara. De verdad, el DAF merece ser probado. Tal vez Canon ofrezca que esa zona central del 20% se pueda desplazar por la pantalla o que aumente su tamaño. Estaremos expectantes.
Y finalmente viene la parte más difícil, decidir entre una u otra. Si tu presupuesto es holgado, por qué renunciar a un códec sólido, un visor espléndido, pantalla de mayor tamaño, filtros de accionamiento eléctrico, etc. Las productoras que producen contenido que venderán bien apuestan por la C300. Pero si estás mirando de reojo a la crisis y sigues dudando de la recuperación económica, puedes renunciar a los lujos de la C300 y completar cuando sea oportuno tu C100 con un Atomos Ninja para disfrutar de un códec de primera fila. Los que optéis por la C100 no dejéis de probarla con los citados 35mm F2 estabilizado y el tradicional 24-105 F4 igualmente estabilizados. Como la cámara trabaja verdaderamente bien con poca luz, ese objetivo os dará mucho juego. Los que optéis por la C300 seguro que tendréis acceso a la Gama “L” pero si podéis probarla con uno de los objetivos Cinema Prime o Zeiss y vuestra sonrisa ganará altura.
Txt: Alvaro Bernal