Cinema Maquina. Vanguardia tecnológica en la postproducción

La postproducción es una etapa de la cadena de producción de un contenido multimedia tan importante como la creación del guion o el rodaje. En las cabinas de edición se vuelve a escribir la película de una manera mucho más plausible que cuando el guionista la plasma en el papel gracias a su imaginación. En este proceso se trabaja con un material fijo, un contenido que de una forma desordenada y “en bruto”, —como se suele decir en el argot—, cuenta la historia que ha movilizado tanto dinero y tantos profesionales.
Esta fase encierra, además de la edición, todas las labores que consisten en dar el acabado final al contenido. Entre ellas destacamos el etalonaje o la producción de VFX. En estas labores, es especialista Cinema Maquina, una empresa mexicana que se ha logrado posicionar como una de las más representativas del país norteamericano gracias a la combinación de una gran fuerza de trabajo y la adopción de tecnología de vanguardia. En esta entrevista con Ariel Gordon, director general, conocerán los detalles de la infraestructura tecnológica que les ha llevado a alcanzar este reconocimiento y que les conducirá a expandir su influencia más allá de sus fronteras nacionales.
¿Cómo nace Cinema Maquina?
Cinema Maquina nació a partir de la producción de una película. Yo mismo, Ariel Gordon, dirigía, a la vez que producía. En determinado momento decido que voy a postproducirla también. Todo empieza como un chiste. Llamamos a la postproductora In My House. Hicimos una película multiformato que no obtuvo mucho éxito de crítica. Sin embargo, surgió debate en torno a la postproducción. Esto sucedió en el contexto en el que la gente prácticamente debía donar un órgano para realizar esta etapa de la cadena de producción. Por estas dos razones, nos comienzan a llamar para desarrollar la postpo de distintos contenidos.
La empresa empieza a crecer de forma muy orgánica. Hoy en día nos encontramos en un punto muy distinto al comienzo: tenemos cinco salas de corrección HDR, una sala de corrección con un proyector Christie 4K, varios racks alojando un almacenamiento central con una solución de Quantum con capacidad de 5 PB, doce salas editoriales online, salas editoriales offline, cuarenta artistas de VFX, etc. Hemos conseguido ser una empresa cuyo equipo está formado por más de 100 personas, con una capacidad creciente de 15 series y 12 películas al año.
La especialización en producción de la que partió Cinema Maquina se ha quedado apartada de la empresa actual, ¿verdad?
Es cierto que en algunas ocasiones hemos coproducido, pero siempre desde la perspectiva de una postproductora. Nuestra experiencia previa en producción nos ayudó a tener claro las necesidades de los proyectos, pero nos hemos enfocado en el core business; el finalizado de películas, series y contenidos premium. Hemos tenido el placer de participar en proyectos que han llegado hasta prestigiosos festivales como los de Berlin, Cannes, Venecia, Sundance, etc. Respecto a los premios y distinciones, también hemos tenido la oportunidad de ganarlos con series como “Falco” que se llevó el International Emmy. También nos hemos introducido en el mercado de las plataformas al postproducir contenido que ha sido estrenado en Netflix, Amazon, HBO Max, Vix, etc.
Todo esto lo hemos logrado gracias a un crecimiento constante, en parte orgánico, pero también gracias a que México se convirtió en importante hub de creación de contenidos. En ese nuevo paradigma, conseguimos adaptarnos llevando los flujos cinematográficos en los que somos expertos hasta la televisión. La clave para lograrlo estuvo relacionada con la tecnología.
¿Cuál es esta clave?
Como imaginas, los flujos de trabajo en televisión deben estar muy centrados en la optimización del tiempo. Nuestra aportación se basó en ganar tiempo con tecnología. El momento diferencial que nos hizo avanzar en este cometido fue el trabajo en series. En 2017 nos involucramos por primera vez en proyectos grandes. Este suceso, en conjunción con las exigencias que se asocian a trabajar con estudios internacionales, nos obligó a aumentar nuestro nivel haciendo crecer los servicios que antes no se tenían tanto en cuenta, como el control de calidad, por ejemplo. La inversión tecnológica que ahora comentaré fue lo que nos hizo diferenciarnos con otras empresas de postproducción, las cuales suelen tener una estructura más monolítica, menos flexible.
En este caso concreto que hemos comentado, aunque la gente no suele apreciarlo como se merece, el poder entregar cualquier archivo final de manera rápida y precisa, al igual que solventar cualquier ajuste, influye en los flujos de trabajo de todo el proyecto.
Respecto a la tecnología sobre la que sentamos estas bases, yo diría que realmente podríamos hablar de un abanico completo. La clave de una casa de postproducción es integrar las distintas infraestructuras y escoger cada una de las partes para lograr un conjunto perfectamente funcional. Nosotros decidimos apostar por la plataforma Blackmagic Davinci Resolve. Entendimos que, aunque en ese momento había muchas opciones para sistemas de corrección de color, lo que necesitábamos era evitar cuellos de botellas. Hoy contamos con cinco monitores Sony HDR de la mejor clase o el proyector Christie 4220 4K que es el estándar para postproducción. Después nos decidimos a obtener un sistema de almacenamiento centralizado. Esto era algo que muchas casas de postproducción no hacían porque vendían otro modelo de trabajo basado en una estructura salas/sistemas individuales que en crear un ecosistema de todo el estudio. Gracias a todo ello, hoy en día tenemos cincuenta estaciones de Resolve.
También ha ayudado a hacer más eficiente nuestro modelo de trabajo una infraestructura de red de fibra de 16 Gbits que comunica todas nuestras instalaciones. Básicamente, cualquiera de nuestros artistas puede acceder a cualquier proyecto, mediante las credenciales adecuadas, desde cualquier terminal.
¿Cómo os ha ayudado la herramienta Media Shuttle de Signiant a alcanzar esta flexibilidad?
Esta solución nos ha proporcionado una eficiente manera de comunicar nuestra infraestructura con el exterior. Partíamos de la necesidad de obtener un canal para introducir y sacar el material de nuestro sistema. Signiant nos proporcionó una herramienta sencilla, amistosa y segura con la que pudimos solventar nuestras necesidades. Media Shuttle nos proporciona la capacidad de transportar el material bruto o editado mediante links de descarga y subida. Además, su plataforma cuenta con aceleradores para ganar aún más tiempo. La primera ocasión en la que lo usamos fue en la postproducción de la serie “Selena” de Netflix. Esto sucedió hace dos años y en aquel entonces con la herramienta pudimos superar los workflows tradicionales asociados al runner. Esa figura que transporta el material del set de rodaje hasta la casa de postproducción. Esta forma de trabajar sentó un precedente en nuestro sistema y lo hemos vuelto a poner en práctica en muchas ocasiones. De hecho, creo que el modo de comunicación tradicional se está quedando cada vez más obsoleto. Nuestro plan para afianzar este proceso es crecer hasta obtener 20 Gbits de conexión con dos rutas de conexión a Internet.
¿Cuál es la traba para que este proceso se convierta en un estándar?
Internet. Con la evolución de esta red y el crecimiento de redes móviles como el 5G no dudo de que en unos pocos años estemos subiendo todo el material del set al almacenamiento de la postproductora mediante herramientas como Media Shuttle. Pero ese día aún no ha llegado.
¿Cómo podrá afectar a vuestros procesos la tecnología de nube?
Sin duda lo hará, pero de momento lo que está jugando un papel muy determinante es la hibridación entre sistemas locales y en la nube. Nosotros lo hemos logrado desplegando un almacenamiento propio conectado protegido con las medidas de seguridad pertinentes. Todos nuestros artistas VFX y coloristas pueden acceder al mismo almacenamiento centralizado mediante las estaciones online.
Todavía, hoy por hoy, resulta muy costoso tener una nube que te garantice el acceso concurrente de muchos clientes con velocidad y el soporte garantizados, es decir, un hot storage. El enfoque del negocio de la nube, en este momento, está pensado para empresas que usan archivos pequeños. En el caso de la postproducción no es que la infraestructura no exista, es que no es rentable aún. No obstante, ya hemos hecho proyectos hibridados con Netflix y con Amazon, por ejemplo. Nos divierte ser parte de la evolución de este proceso, pero siguen siendo muy experimentales.
¿Cómo reaccionasteis cuando comenzó la pandemia?
En aquel momento no teníamos las cosas tan claras como las tenemos ahora. Conseguimos mover toda la oficina a las casas de nuestros colaboradores mediante la tecnología y en un tiempo récord. Lo logramos gracias a la colaboración de partners como Signiant. Nos sentimos en deuda con ellos porque permitieron un acceso ilimitado a sus servicios desbloqueando los límites en sus sistemas de transferencia de archivos. Hoy sabemos que existen otros workflows más eficientes que mandar el material entre una localización y otra mediante Internet, pero cuando empezaron los cierres por la pandemia, este método que nos aportó la tecnología de Signiant fue nuestro salvavidas.
Comentabas que tenéis desplegado un sistema para VFX, ¿con qué hardware y software contáis en Cinema Maquina para hacer estas funciones?
Respecto a los flujos VFX hemos integrado servidores DELL XRAIL de última generación. Lo interesante es que mediante ellos, hemos virtualizado todas las máquinas de VFX. La virtualización de máquinas es el futuro, sin duda, y en esa dirección dirigiremos nuestros esfuerzos.
En lo que concierne al software, nuestro pipeline principal está basado en Nuke de The Foundry. Tenemos veinte NukeX, diez Nuke normales y cinco Nuke Studio que nos permiten ver todos los VFX conformados. Para llegar a esta etapa usamos Hiero de la misma compañía. Luego tenemos Maya, 3D Max y Houdini para hacer 3D, simulaciones, etc.
Una de las grandes revoluciones que está viviendo la industria de la creación de contenidos multimedia es la producción virtual, los volúmenes LED, ¿cómo afecta esta tecnología a vuestro trabajo?
Nos hemos involucrado en proyectos donde se está considerando usar volúmenes. Sinceramente, creo que esta tecnología, parece más fácil de lo que luego es. Todavía, el modo de implementación y creación de los mundos virtuales es complejo.
Existe una gran disposición de plantillas predefinidas, es cierto, pero la cuestión es que cuando quieres que se vea algo totalmente cinematográfico, las plantillas no funcionan. Se ha avanzado mucho en tecnologías de trackeo, no obstante, mientras no evolucione el modelado, no podremos conseguir todo el potencial de esta tecnología. Ahí está el reto, en la creación de mundos virtuales.
Además, los volúmenes LED no siempre son necesarios ni sirven para todas las situaciones. Por ejemplo, no tiene mucho sentido recrear un piso con LED, pues igualmente vas a tener que crear toda la escenografía de forma física. Preveo que evolucionará hasta brindarnos muchas más posibilidades. Todo se mueve muy rápido, así que seguramente ya habremos superado estos retos en menos de cinco años.
¿Cuál será la próxima evolución de vuestros flujos de trabajo?
Nuestro objetivo en este año es llegar a ser 100% híbridos. Creemos que es necesario crear comunidad yendo a la oficina, pero también consideramos que es importante mantener un alto nivel de vida privada y conciliar familiarmente.
Para lograrlo nos encontramos ahora desplegando escritorios remotos e hibridando los sistemas. No solo queremos obtener la capacidad de remotear los sistemas mediante VPN ya que esta tecnología genera muchas latencias. Creemos que hoy existen maneras mucho más avanzadas para remotear un equipo. Por ejemplo, en los sistemas virtuales de vfx, hemos usado el protocolo de Teradici para implementar soluciones de trabajo en remoto.
Así mismo, queremos que acceder de manera remota a todos los escritorios de nuestra infraestructura mediante el protocolo Parsec, que viene de la industria de los videojuegos y está especializado en la comunicación peer-to-peer. Lo hemos elegido porque creemos que ofrece mucha rapidez y una reproducción de color realista.
Como decía, también seguiremos creciendo en la virtualización de sistemas. Nuestro objetivo está en virtualizar la empresa al 100%. Esto implica, además de la virtualización de las máquinas, también hacerlo con la administración.
En la parte de sonido, estamos interesados en poder ofrecer soluciones 360°. Ahora mismo trabajamos en un proyecto piloto por el que crearemos un sello especializado en la postproducción de calidad rápida y barata. Esta división de la empresa se llamará Sketchbook Media.
La empresa, en estos 12 años, se ha fortalecido mucho, cuenta con mucho conocimiento y nos interesa expandirnos a otros mercados. Queremos trabajar en todo Iberoamérica mediante alianzas y/o adquisiciones.
El éxito de Cinema Maquina se basa en la capacidad de modificar el flujo de trabajo y en el hecho de que, por definición, lo hacemos en base a las necesidades de cada proyecto. No hemos encontrado un camino predeterminado a seguir, una vía laboral de la que no desviarnos ni un ápice. De hecho, creemos que esta forma de trabajar y conceptualizar una empresa es errónea. Conforme avanza la tecnología, volvemos a estudiar las posibilidades y las adaptamos a las nuevas necesidades que requieren los proyectos. Creemos que entender el mercado y la tecnología nos convierte en una empresa flexible. Y La otra clave, es la creatividad en el equipo que ejecuta los flujos de trabajo. Sin talento no existe un estudio de postproducción. No obstante, es importante recordar que existe un detalle crucial para nuestro negocio que nunca debemos olvidar. La tecnología y la creatividad es la que debe permanecer al servicio de contar una historia. Por ello, nos esforzamos por entender cada proyecto en el que trabajamos, lo dimensionamos y aplicamos lo más adecuado en cada situación determinada.