Don Dividendo Digital (I)
Ni el oro, ni las piedras preciosas, ni siquiera el coltán. El espectro radioeléctrico es el tesoro más preciado de la Era TIC ya que, como señala la propia Comisión Europea, se trata de un recurso permanente escaso mientras que su demanda está en constante crecimiento al tratarse de una base imprescindible para todo tipo de comunicaciones inalámbricas, tanto para las de uso profesional (radionavegación, satélites, radar…) como las destinadas a los consumidores finales en el terreno de la radiodifusión o de las comunicaciones entre particulares. Fuentes comunitarias estiman que el valor total de los servicios de comunicaciones electrónicas que dependen del uso del espectro radioeléctrico puede llegar en la UE a los 200.000 millones de euros, lo que representa en torno al 1,6% del PIB europeo anual. Para situarnos mejor lo primero es revisar las posturas de las empresas españolas.
Alegaciones presentadas por instituciones y empresas españolas a la Consulta Pública de la CE sobre el DIVIDENDO DIGITAL
Secretaría de Estado de Telecomunicaciones y para la Sociedad de la Información (SETSI) del Ministerio de Industria
El Gobierno español está de acuerdo con establecer una fecha límite para que los receptores TDT que se comercialicen en España incluyan un estándar de compresión al menos similar a H264/MPEG-4 AVC. En este sentido, recuerda a la CE que está en marcha un proyecto de Real Decreto donde se establece que todos los receptores TDT que se vendan en España a partir del 1 de enero de 2010 con una diagonal de pantalla igual o superior a 53 cms. han de incorporar un archivo con el estándar MPEG-4.
La SETSI, en cambio, no ve claro que se pretendan coordinar desde la Comisión Europea los posibles planes de migración hacia estándares más eficientes como MPEG-4 o DVB-T2 ya que pueden hacer peligrar los procesos de transición en marcha y prefiere que se queden en manos de las autoridades nacionales.
Se acepta la liberación de la sub-banda 790-862 MHz para nuevos servicios, aunque se pide una Hoja de Ruta flexible para su aplicación, en atención a las circunstancias específicas de cada Estado miembro, y se llama la atención sobre la necesidad de tomar precauciones para evitar posibles interferencias radioeléctricas entre estos nuevos servicios y los de radiodifusión asignados a la banda 470-790 MHz.
Secretaría de Comunicaciones y de la Sociedad de la Información de la Generalitat de Cataluña
El gobierno de Cataluña acepta las tesis del abandono de la banda de 800 MHz para desarrollar nuevas comunicaciones electrónicas y propone incluso adelantar al año 2013 para toda la Unión Europea el compromiso de dejar libre esta banda del espectro por parte de la TDT. Por su parte se compromete a que en Cataluña el espectro 790-862 MHz estará liberado para el 1 de enero de 2013.
En este sentido, las alegaciones de la Generalitat instan a la CE a ser más audaces para acordar las fechas de la migración con los estados miembros que van a completar su transición digital antes de 2012. Sugiere además que la evolución de las tecnologías inalámbricas, especialmente las basadas en la movilidad, pueden necesitar a medio plazo mayor disponibilidad de espectro por lo que habría que empezar a analizar lo antes posible la evolución de los sistemas de compresión de la televisión y otras posibles mejoras para abrir camino a nuevos servicios de comunicación electrónica inalámbrica.
Abundando en esta línea, la Generalitat solicita a la CE que ponga en marcha un proceso para analizar las posibilidades de encontrar un nuevo nicho de Dividendo Digital en la banda III (VHF), entre los 174 y 230 MHz, que permita la introducción de nuevos servicios y tecnologías.
Más allá del objeto estricto de la consulta, la Administración catalana avanza los criterios que estima deben prevalecer para la licitación del nuevo espectro. En este sentido se muestra partidaria de vincular el sistema de licencias a compromisos de inversión y de plazos de despliegue, junto con otras obligaciones de servicios, más que buscar ingresos inmediatos, para evitar lo que ocurrió con el proceso para las licencias UMTS que la Generalitat califica como decepcionante.
Antena 3 TV
Para la operadora privada resulta prematuro hablar de Dividendo Digital, ya que hasta que termine el proceso de transición tecnológica habrá muchos servicios que no se pongan en marcha por las dudas que arroja el retorno de estas inversiones. Por esa razón, añade, todavía se desconocen las necesidades de ancho de banda que tendrán los radiodifusores para, por ejemplo, implantar los servicios de Alta Definición.
Por otra parte, Antena 3 también rechaza que se dé al Dividendo Digital un tratamiento paneuropeo armonizado ya que cada país cuenta con un grado diferente de desarrollo de sus plataformas y de sus ofertas audiovisuales. Defiende la necesidad de contar con estabilidad y seguridad jurídica para hacer frente a inversiones que sólo serán recuperables a largo plazo y solicita que, si finalmente se libera una parte del espectro audiovisual para otros usos, sean las Administraciones públicas las que asuman los costes de esta operación para empresas y consumidores afectados.
Sogecable
El radiodifusor español con intereses en la televisión en abierto (TDT) y de pago (satélite) defiende la libertad de la legislación de cada Estado para decidir la asignación de su espectro en función de sus necesidades. Así, señala, la difusión por ondas terrestres es mayor en España que en otros países ya que la orografía impone la necesidad de instalar mayor número de remisores, con el consiguiente consumo de espectro, y nuestro sistema autonómico demanda un uso más elevado de frecuencias.
Recuerda también que los servicios móviles ya cuentan con el espectro de 900 MHz, 1.800 MHz, 2,1 GHz, 2,6 GHz y 3,5 GHz donde todavía pueden crecer, por lo que no deberían utilizar el escaso segmento de la radiodifusión. De hacerlo, recuerda Sogecable, se puede impedir el desarrollo de los servicios de la TDT en Alta Definición que, en un horizonte de diez años, generarán demandas cada vez mayores de espectro.
Abertis Telecom
El principal operador de red de nuestro país considera que la Hoja de Ruta comunitaria resta importancia a un componente crítico: la complejidad del proceso de abandono de los canales 61 a 69 (790-862 MHz) que va a presentar dificultades técnicas, sociales y económicas aunque se cuente para ello con un periodo de transición largo. Por ello pide a la Comisión Europea que presente un programa sobre «Criterios de la Migración TDT» donde se atiendan los costes asociados al proceso, evitando la transmisión de ese coste a los usuarios finales, radiodifusores y operadores de redes que son quienes han soportado ya los costes de la migración de la TV analógica a la TDT.
Desde Abertis se apoya la posición comunitaria de no fijar una fecha límite para aplicar el Dividendo Digital (en España el proyecto de Real Decreto fija la fecha del 1 de enero de 2015). También se ofrece respaldo a la propuesta de garantizar la disponibilidad de MPEG-4 en todos los receptores vendidos desde el 1 de enero de 2012, ya que se trata de una norma generalmente aceptada y que ya se está utilizando en países como Reino Unido, Francia o España para los servicios de Alta Definición. Sin embargo, añade, el despliegue de sistemas de HD podría llevar a algunos países a demandar más espectro para la TDT. Respecto a la implantación del estándar DVB-T2 Abertis entiende que el proceso habrá de manejarse con cuidado ya que son discutibles sus ventajas frente a los costes de implantación y al complejo proceso de sustitución.
El operador de red español se suma también a la petición para estudiar la reorganización de las bandas de 900 MHz y 1.800 MHz para la banda ancha móvil (cuya coexistencia para servicios GSM y UMTS, de segunda y tercera generación, ya ha sido aprobada por la Comisión Europea) y recuerda que los reguladores de Francia y Reino Unido (ARCEP y OFCOM) están pensando sacar a subasta de forma conjunta tanto la banda de 800 MHz como la de 2.600 MHz para servicios móviles de banda ancha, tanto para sistemas UMTS como LTE. En este sentido, indica que la banda de 900 MHz ofrece similares rendimientos que la de 800 MHz en las señales de penetración en edificios. Así, tanto la decisión de permitir el uso de la banda 900 MHz para los dispositivos 3G como el uso, a medio plazo, de la banda de 2.600 MHz deberían aliviar la presión sobre el espectro de los 800 MHz.
Telefónica
La multinacional española apoya la propuesta de la CE para cerrar la difusión analógica de la televisión en Europa, lo más tardar, a finales de 2012 y para armonizar técnicamente el uso de la banda de 800 MHz en los servicios de comunicación electrónica, ya que sólo así se podrán aprovechar las economías de escala.
Con respecto a los plazos, Telefónica propone establecer una fecha final para que esté completado el Proyecto de decisión sobre el Dividendo Digital, y que esta fecha debería estar vinculada al final de las emisiones analógicas. No se pronuncia la operadora española sobre el proceso de armonización técnica de la banda de 800 MHz hasta que haya sido examinado por el Comité del espectro radioeléctrico.
Aunque Telefónica apoya la propuesta de contar con un estándar de compresión mínima en todos los receptores TDT vendidos a partir de una fecha determinada, no se quiere pronunciar todavía sobre si el mínimo debería ser H264/MPEG-4 y la fecha límite el 1 de enero de 2012 hasta analizar estos extremos con mayor profundidad.
Finalmente la compañía española manifiesta su interés en aumentar el tamaño del Dividendo Digital por lo que se muestra de acuerdo en los planes de introducción de MPEG-4, DVB-T2 y redes de frecuencia única (SFN) para aumentar el espectro disponible para servicios móviles de banda ancha.
EL Dividendo Digital
La mejora en la eficiencia de uso del espectro audiovisual, facilitado por el paso de las emisiones analógicas a las digitales (que en el caso español ha permitido multiplicar por cuatro el número de canales de TV), representa la oportunidad que estaban buscando las empresas de telecomunicaciones para proporcionar un nuevo mordisco al espectro audiovisual con destino a nuevos servicios de comunicaciones electrónicas. El problema surge cuando las empresas audiovisuales reclaman también el uso de este espectro, teóricamente ‘sobrante’, como reserva de crecimiento para otros servicios de difusión digital entre los que figuran las emisiones en Alta Definición, el enriquecimiento de la actual oferta con servicios interactivos y contenidos vinculados a la Sociedad de la Información, el establecimiento de la Radio digital o la Televisión en movilidad. Ambos sectores, el audiovisual y el de las comunicaciones, no ha hecho más que empezar su proceso de transformación tecnológica y una restricción del espectro disponible podría poner en peligro la capacidad de acometer en el futuro servicios nuevos e innovadores.
El uso del espectro radioeléctrico está presente hoy en día en gran parte de nuestras actividades cotidianas. El aire que respiramos está lleno de ondas que transportan no sólo las señales de radio y de televisión, sino que también soportan todas las comunicaciones a través de teléfonos móviles, las órdenes de todo tipo de mandos a distancia, los router de las redes WiFi, las transmisiones Bluetooth, las de los GPS, las cámaras de seguridad, los servicios de emergencia, el funcionamiento de los hornos microondas o hasta los chips de identificación de todo tipo de mascotas y animales domésticos. Ello sin contar con la reserva de seguridad para usos militares o científicos. El espacio radioeléctrico es un recurso finito (se mueve aproximadamente entre 9 KHz y 3.000 GHz, con longitudes de onda que van desde milímetros a miles de kilómetros).
Por esa razón forma parte del dominio público y se enfrenta a un nuevo reto del que todavía tenemos menos certezas que interrogantes: la revolución de las comunicaciones inalámbricas, el recurso que centralizará el futuro desarrollo social y económico.
Aparece el Dividendo Digital
La Comisión y el Parlamento europeos han reconocido que, en un entorno plenamente digital, se liberará una parte del espectro audiovisual que ya no será necesario para mantener los actuales servicios de difusión. Según sus informes, se podrán ofrecer más canales de televisión, incluso en Alta Definición, consumiendo menos espectro que con la tecnología analógica. De este cálculo nace lo que se conoce como Dividendo Digital. Estaría situado dentro de la banda de UHF, entre 470 MHz y 862 MHz, que es especialmente atractiva para las comunicaciones móviles ya que ofrece un perfecto equilibrio entre capacidad de transmisión y cobertura: mejor capacidad para penetrar dentro de los edificios y mayor cobertura en zonas rurales. Sus buenas condiciones de propagación le permiten utilizar menor infraestructura de antenas para alcanzar una mayor cobertura, con lo que se consigue una reducción de costes.
En 2006, la Conferencia Regional de Radiocomunicaciones de la región 1 (Europa y África) aprobó el Plan Ginebra (GE 06), unos acuerdos basados en los usos tradicionales de radiodifusión a los que se asignaba toda la banda UHF con una flexibilidad limitada para abrir el espectro a otras aplicaciones. Sin embargo, al año siguiente, la Conferencia Mundial de Radiocomunicaciones (CMR-07), siguiendo un llamamiento de la Comisión Europea, modificó esos acuerdos abriendo la sub-banda de frecuencias de 790-862 MHz al servicio de comunicaciones móviles con el mismo rango primario que los servicios de radiodifusión. En todo este proceso la Comisión Europea se ha manifestado como una firme defensora de obtener un beneficio o dividendo espectral del proceso de transición a la televisión digital para dar entrada a otros servicios de comunicaciones inalámbricas de banda ancha, «la infraestructura básica de la economía del conocimiento» y una de las claves para el éxito de la Agenda de Lisboa 2010 para superar la brecha digital y llegar a las zonas rurales.
Desde este momento, coincidiendo con los primeros procesos de apagado analógico en Europa, la Comisión ido dando pasos encaminados a liberar una parte de ese espectro audiovisual para otros usos y armonizar los pasos de los 27 Estados miembros para conseguir beneficios adicionales. Para conocer todos los aspectos de este proceso ha encargado un estudio sobre el impacto social y económico de una posible coordinación europea para el uso del Dividendo Digital en la banda de 800 MHz (790-862 MHz), reservando el resto de la banda UHF para la gestión exclusiva de las autoridades nacionales (Gráfico 1).
La posición de las autoridades comunitarias se explica también atendiendo las actuaciones de otros países fuera del ámbito europeo, como Japón o Estados Unidos, que ya habían liberado, o estaban estudiando hacerlo, parte de su espectro en la banda UHF para dar entrada a nuevos servicios. Un estudio comparativo realizado por la autoridad francesa de regulación (ARCEP), en mayo de 2008, señalaba que había varios países trabajando en el diseño de un Dividendo Digital con una amplitud de entre 60 y 128 MHz en la banda UHF. Finalmente, los 72 MHz aprobados en la CMR-07 (la sub-banda de 790-862 MHz) representaban una anchura de banda más de dos veces inferior a lo que había pedido la Comisión Consultiva de Radiocomunicaciones. En el caso norteamericano, a principios de 2008 la FCC subastó gran parte de las sub-bandas de 700 y 800 MHz y, a pesar de que se reservaron algunos canales para usos públicos de seguridad y emergencias, la recaudación superó los 12.000 millones de euros.
Todavía un año después, el Parlamento europeo aprobó una Resolución (de 24 de septiembre de 2008) en la que planteaba que «el aumento de la eficiencia del espectro de la TDT debería permitir reasignar alrededor de 100 MHz del Dividendo Digital a servicios móviles de banda ancha y otros servicios públicos, garantizando al mismo tiempo que los servicios de difusión puedan seguir desarrollándose».
La Hoja de Ruta comunitaria
Como resultado del estudio encargado por la Comisión Europea a un consorcio de empresas liderado por Analysys Mason, se ha lanzado finalmente, a mediados de julio de 2009, una consulta pública europea sobre la Hoja de Ruta que debería seguir la UE-27 para aprovechar las oportunidades del Dividendo Digital.
Las principales líneas de actuación de este plan comunitario pasan, en primer lugar, por mejorar los actuales sistemas de radiodifusión para optimizar el uso del espectro. En este sentido se somete a debate que todos los receptores TDT vendidos en Europa a partir del 1 de enero de 2012 incluyan un sistema de compresión de señal H264/MPEG-4 AVC, o de similar eficacia, con capacidad para resistir interferencias. También se insta a los Estados miembros a promover la migración hacia el estándar DVB-T2 en los planes de despliegue de red, favoreciendo el despliegue de redes de frecuencia única (SFN).
El estudio propone claramente dedicar la banda de 800 MHz (790-862) como una base neutral para servicios de comunicaciones electrónicas. En este sentido se recomienda actuar con rapidez y presentar la propuesta definitiva sobre el Dividendo Digital antes de que termine el año 2009 para que pueda ser aprobada en los primeros meses de 2010 por el Consejo y el Parlamento europeos, coincidiendo con el semestre de la presidencia española. Se quiere evitar así el riesgo de fragmentación del mercado interior europeo, conseguir una armonización técnica del proceso en todos los países y beneficiarse de mayores economías de escala. La Comisión no llega a proponer una fecha límite para que se liberen las frecuencias de 800 MHz para el Dividendo Digital, aunque se pide que la medida se aplique lo antes posible. De esta forma se asegura al menos que cualquier planificación de un Estado miembro se haga de conformidad con estos parámetros. El Ministerio español de Industria ha propuesto la fecha del 1 de enero de 2015 para que esta sub-banda pueda estar a disposición de las nuevas comunicaciones electrónicas, aunque desde la Generalitat de Cataluña se propone adelantar a comienzos de 2013 para toda la Unión Europea la liberación de ese espectro. (Ver texto con las aportaciones españolas a la Consulta Pública de la CE sobre el Dividendo Digita al comienzo del artículol).
La Comisión Europea reconoce que aunque todos los Estados ya han decidido sustituir la radiodifusión analógica por la digital, el objetivo de 2012 para el ASO (analogue switch-off) sigue siendo incierto. Por ello, para que no se retrase la liberación real del espectro digital, se plantea como una acción urgente que todos los países reafirmen su compromiso de completar el ASO antes del 1 de enero de 2012.
Hacia los 100 Mbps en 2015
El avance de las comunicaciones móviles necesita ancho de banda. Si, por ejemplo, el consumidor medio de hoy en día utiliza la Red para navegar por Internet, correo electrónico, mensajería instantánea y otros servicios de entretenimiento, los usos futuros incluirán aplicaciones más intensivas de ancho de banda como, por ejemplo, video streaming, teleconferencias, o vigilancia médica electrónica… servicios para los que se requiere mucho más ancho de banda. Para ello se trata de alcanzar una calidad en el servicio que se acerque a los 100 Mbps de velocidad real, favoreciendo la competencia entre compañías para permitir la elección de los consumidores y la reducción de precios, con la intención de llegar a un acceso universal, incluso en zonas rurales, de la banda ancha móvil. Todo ello basado en la estimación de que durante la segunda década de este siglo los teléfonos móviles van a ser como pequeños ordenadores que van a superar las ventas de los celulares clásicos, lo que obligará a aumentar las redes para conseguir mayor capacidad de transmisión.
A mediados de septiembre el Ministerio español de Industria ha abierto una consulta pública sobre la inclusión de la banda ancha dentro del servicio universal a partir de 2011, siguiendo la pauta de algunos países europeos que ya han hecho públicos objetivos de cobertura de banda ancha para el 100% de la población con velocidades mínimas de 528 Kpbs (Francia), 1 Mbps (Alemania y Finlandia) y 2 Mbps (Reino Unido). En el caso de Finlandia el acceso a Internet de banda ancha se considera un derecho fundamental y el objetivo político es alcanzar 100 Mbps para todos los ciudadanos a partir de 2015.
La última actualización de la Comisión Europea, en septiembre de 2008, indicaba que las redes de banda ancha ya están disponibles para el 90% de los europeos aunque sólo son utilizadas por el 36%, por lo que, al no llegar a la mitad de la población, todavía no están cubiertas dentro de las obligaciones de servicio universal. Sin embargo, la CE ya ha planteado a los Estados una revisión para 2010 de la Directiva de 2002 sobre Servicio Universal partiendo de la base de que estamos en un entorno cambiante cada vez más proclive a extender el servicio de Internet de alta velocidad para todos, uno de los argumentos más reiterados a la hora de tratar de justificar las ventajas del Dividendo Digital.
No lo ven de la misma forma las compañías que prestan este servicio. En su respuesta a la consulta pública abierta en España sobre este tema, la asociación REDTEL (que agrupa a Telefónica, Vodafone, Orange y Ono) se ha mostrado contraria a incluir Internet de banda ancha dentro del servicio universal ya que esa consideración supondría mayores obligaciones de servicio y aumento de costes, señalan, en una coyuntura económica adversa.
Si reducir la brecha digital para que los ciudadanos de las zonas rurales puedan acceder a la banda ancha en igualdad de condiciones que los que viven en núcleos urbanos es uno de los grandes objetivos sociales de esta operación de cambio de uso del espectro, el otro, el desarrollo de la economía basada en la información y el conocimiento, pasa por contar con accesos de banda ancha móvil para la nueva generación tecnológica de dispositivos 4G o LTE, que serán capaces de proveer velocidades de acceso entre 100 Mbps (en movimiento) y 1 Gbps en reposo, manteniendo la calidad del servicio de punta a punta.
Como primer paso hacia la redistribución del espectro, en octubre de este año se ha aprobado definitivamente la Directiva europea que abre la banda GSM de 900 MHz, la que utilizaban los primeros teléfonos móviles, a los nuevos servicios de telefonía 3G o UMTS. Para la comisaria Viviane Reding, este cambio permitirá ahorrar al sector hasta 1.600 millones de euros en costes de capital. La reordenación de esta banda (un proceso conocido como refarming) que ofrece a las operadoras de telecomunicaciones ventajas competitivas, ya que transmite muy bien y a bajo coste, puede ser aprovechada para incluir definitivamente la banda ancha como servicio universal.