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eFilm, bibliotecas en streaming

¿Cómo servir contenido gratuito al usuario en una OTT sin publicidad?

eFilm es una plataforma VOD singular. Se ocupa de un nicho de mercado muy concreto que, potencialmente, podría ser toda la ciudadanía de un país. Esta forma de ofrecer contenido audiovisual a toda la población sin hacerlo de forma directa se consigue a través de las bibliotecas.
eFilm ha sido capaz de trasladar el tradicional servicio de préstamos asociado a estos centros a un entorno digital. En España ya tienen copado todo el sector, ahora mismo se están expandiendo por EEUU y Latinoamérica. El siguiente paso es Europa. ¿Quieres conocer cuál es la infraestructura tecnológica y el modelo de negocio detrás de un servicio OTT gratuito para el usuario y que no se basa en publicidad? Xabier Ordiales, CTO de la compañía, os ofrece todas las respuestas.

 

¿Cómo nace el proyecto?
El origen de la idea de eFilm está en 2009 en la empresa Infobibliotecas. Esta empresa se ha centrado en ofrecer servicios bibliotecarios. Aparte de ofrecer libro físico, también se sigue sirviendo DVD físico, música y otros servicios. En esa fecha se empezó a plantear otro futuro. Sonaban ya plataformas audiovisuales en streaming. En el año 2011 comenzamos el desarrollo aportando modelos e ideas. Concluimos el piloto de la mano de Filmin en 2016. No obstante, no es hasta 2018 cuando damos el salto a clientes más grandes. El primero fue la Comunidad de Murcia y muy poco después el Gobierno Vasco.

 

¿En qué consistió vuestra colaboración con Filmin?
En un primer momento nos cercioramos de que Filmin era el agregador que tenía la mayor parte de los contenidos de las bibliotecas. Originalmente, desarrollamos una plataforma donde servir este contenido. Por lo tanto nosotros éramos intermediarios. Desde entonces y aún hoy contamos con Filmin como principal proveedor de contenido para nuestra plataforma. El usuario está viendo el contenido de Filmin en nuestra plataforma, pero sigue siendo contenido de esta empresa que se distribuye en otra plataforma, en la nuestra en este caso. La principal diferencia es que lo consume mediante el modelo pago por visionado (pay-per-view).

 

¿Qué ventajas ofrece el modelo de asociarse a bibliotecas?
La biblioteca es quien adquiere el contenido, igual que con el préstamo de DVD físico. Es la biblioteca quien lo paga y el usuario quien lo disfruta de forma gratuita. Las bibliotecas hace ya años que tienen servicios digitales, este sería uno de ellos. Nosotros trabajamos solo con bibliotecas porque adquirimos los derechos solo para bibliotecas. Eso nos facilita mucho las cosas. Si quisiéramos adquirir los derechos para el público en general, la inversión y el esfuerzo sería muchísimo mayor.

 

Aparte de Filmin hay más proveedores de contenido. ¿Cómo funciona vuestra red?
Tenemos diferentes modelos. Hay proveedores que nos aportan contenido para que sea consumido desde sus plataformas, como podría ser el caso de Filmin o Rakuten. Pero también hemos sacado otro modelo justo este año que nos permite alojar el contenido. El desarrollo de esta capacidad tiene ya tres años y lo hemos completado para que podamos trabajar con otros proveedores que no vienen a través de grandes agregadores.

El motivo de esta expansión es que hemos abierto una plataforma homóloga en EEUU y en Latinoamérica. En estos lugares Filmin no tiene presencia. De este modo, nos aseguramos ofrecer contenido mediante otros medios.
Para conseguirlo hemos tenido que implantar una tecnología acorde con la que tienen las majors. El proceso está siendo lento porque hay una serie de inconvenientes asociados a esta adaptación. Pero nuestra meta es tener una OTT.

Por otro lado, también trabajamos con RTVE y con Antena 3 distribuyendo contenidos para fuera de España. En el caso de estos proveedores nuestro modelo de negocio es distinto al habitual. Con ellos trabajamos con suscripción.

Filmin es una plataforma VOD española que se caracteriza por cuidar el producto cinematográfico de una manera delicada y por ofrecer a sus suscriptores películas y series independientes, de culto y, sobre todo, muchas veces desconocidas por el público generalista.
En sus ambiciones, además de ofrecer un contenido muy selecto, también está la de cumplir con las exigencias de un público acostumbrado al respeto por todos los aspectos del cine. Por ello, también se esfuerzan por ofrecer calidad de vídeo y de sonido en la reproducción de todos sus títulos.

 

 

¿Cuál es vuestro modelo de negocio habitual?
El modelo es muy sencillo. Nosotros pagamos un precio fijo al proveedor por cada visualización y la biblioteca nos lo paga a nosotros con un margen. Nosotros cobramos por reproducción (pay-per-view). Para el usuario, realmente es gratis ver películas. No obstante, su reproducción está limitada. La biblioteca es la que marca el límite mediante el modelo de los préstamos. Suele fijarse por comunidades, por ejemplo Cataluña tiene un límite de dos al día. Si no fuera así, sería un pozo sin fondo en el que el usuario podría disfrutar de contenido sin control.

 

¿Tienen la misma tecnología las plataformas homólogas de Latinoa-mérica y EEUU que la plataforma española?
No. Al final, eso depende del acuerdo que se alcance con los proveedores de contenido. Por ejemplo en EEUU trabajamos con Edye de HITN: con ellos proporcionamos un canal de contenido infantil. También trabajamos con Trebble: ellos proporcionan música; o con Teatrix: contenidos de artes escénicas.

El modelo estadounidense es más complejo, como puedes ver. Dependiendo de todos estos proveedores, nosotros nos adaptamos a poder alojar y ofrecer el contenido o dejar que lo alojen y lo sirvan ellos. El objetivo de esta adaptación es tratar de ofrecer la mayor cantidad de contenido posible. Para el usuario este hecho es y debe ser siempre totalmente opaco.

 

¿Cuál es el modelo de negocio de estos diferentes acuerdos?
Trabajamos con modelos VOD y también con suscripciones para cierto contenido. Este es el modelo estadounidense. En España es todo VOD. Los derechos de distribución aquí se adquieren directamente con los proveedores o con agregadores.

 

¿Cuáles son vuestras metas en el apartado del desarrollo tecnológico?
Esperamos tener las aplicaciones de televisión operativas para final de enero. Hemos seleccionado Samsung, LG y SmartTV. Sobre el resto de dispositivos ya está preparada la tecnología para trabajar en cualquier parte del mundo.

 

Para trabajar en cualquier parte del mundo, también debéis atender a la gestión de los derechos. ¿Cómo trabajáis en este apartado?
Cada contenido tiene unos derechos determinados asociados al territorio. Para adaptarnos a este hecho, lo cierto es que no tenemos una plataforma, lanzamos una plataforma por cliente. No obstante, existe una doble seguridad. Por ejemplo, la plataforma de Madrid tiene contenidos únicamente en España. Al mismo tiempo, estos audiovisuales están asegurados por IP para que solo se puedan ver en el país en el que tienen derechos. Esta es una característica exigida por los propios clientes.

Hoy día, estamos trabajando para conseguir esta clase de derechos en otros países. Podríamos decir que el reto no técnico más grande es precisamente este.

 

¿La infraestructura de esta redundancia de plataformas dependientes del territorio es la misma? ¿Hay una plantilla básica que funcione como cimiento de la infraestructura?
Sí. Madrid tiene sus necesidades particulares, Cataluña tiene las suyas. En EEUU sí que es una única plataforma como pueden ser Hoopla o Kanopy, que son nuestros homólogos allí. Pero en España tuvimos que adaptarnos a las necesidades de cada biblioteca para poder entrar en el mercado. Por ejemplo, la conexión de las bibliotecas suele ser diferente en cada una de ellas. Tenemos que integrarnos tanto con su sistema de gestión de usuarios como con su catálogo. Para resumir, lo que hemos desarrollado es un mismo back, pero con distintos fronts.

 

 

¿Cuáles son los pormenores de la adaptación a las bibliotecas?
Cuando una persona entra a una de nuestras plataformas lo que hace es conectar con la plataforma de la biblioteca. Es decir, se conecta con su sistema de gestión. Al final la idea es que el usuario que venga de la biblioteca ya tenga su sesión iniciada en la plataforma de eFilm.

Otra de las integraciones es la del catálogo. El objetivo de las bibliotecas es la creación de grandes colecciones. Todas ellas tienen una plataforma en la que cargan su catálogo. Para nosotros siempre es un reto compartir las referencias entre el sistema eFilm y el sistema bibliotecario, categorizar la colección para nuestros estándares y gestionar el catálogo para que también tengan agregados los archivos. A esto se le añade la complejidad de que todos estos catálogos son móviles. Constantemente hay altas y bajas. Este es uno de los mayores retos que tenemos a nivel logístico. Por ejemplo, Filmin nos comunica las películas que cada día están de baja así como nos dice cuáles son las altas. Nuestro trabajo es automatizar estos procesos.

 

¿Cuál es la infraestructura de la OTT?
La plataforma está en la nube. Hemos hecho un trabajo con Amazon Web Services. Ellos nos ayudaron a definir toda la estructura.

Uno de los problemas que nos hemos encontrado es que tenemos muchísimo tráfico referido. Los robots de Google puntúan muy bien la plataforma porque está referenciada por organismos públicos. Por esta razón un usuario busca en Google “¿Cómo ver una película online?” y uno de los primeros resultados que obtiene la búsqueda es nuestra plataforma. Esto puede parecer una muy buena noticia, pero lo cierto es que la gran mayoría de personas que hacen esta solicitud no son usuarios de bibliotecas. Tenemos autoescalado para los picos de tráfico, sobre todo para la parte visual.

Todo esto lo tenemos solucionado. Tenemos implementadas herramientas como un balanceador de carga, trabajamos los fronts con cloud front para tener alta disponibilidad en todo el mundo con bajas velocidades, etc.
Para el caso del streaming trabajamos también con Amazon.

Aparte de estos servicios delegados, hace años que decidimos realizar nosotros mismos el desarrollo técnico. No era posible subcontratar todo, los precios se habrían disparado. Nos arriesgamos a hacerlo nosotros mismo. Por ejemplo, hace nueve años apostamos por python. Entonces era una apuesta que había que hacer y el tiempo nos ha confirmado que fue la ganadora. Hoy este es el lenguaje que usan las OTT más representativas. Después de todo este tiempo de desarrollo, podemos decir que la versión que estamos terminando será la definitiva para los próximos años.

 

Comentabas antes que trabajáis para automatizar muchos de los procesos de integración que debéis cumplir. ¿En qué punto estáis en este aspecto?
Ya está todo completamente automatizado. Por un lado automatizamos el catálogo con el proveedor. Todos los días nos pasa un XML con las altas y bajas que ejecutamos para nuestra plataforma. Del mismo modo generamos otro para cada biblioteca, porque tienen diferentes sistemas, para cargarles el catálogo. La biblioteca ve las fichas de la película y lo que obtiene es un recurso a la plataforma eBiblio. Esta es su herramienta de descubrimiento de contenidos. Si llegara un proveedor nuevo, tendríamos que añadirlo a ese sistema de automatización. Si llegara uno pequeño, muchas veces se haría manual.

 

¿Cuál es la infraestructura detrás de la automatización?
El mismo funcionamiento que tiene Just Watch. Generan unas URL con un XML donde está toda la información. Nosotros tenemos una cola de Celery que lee esos archivos y hace esas modificaciones en la base de datos. Se genera un fichero con un formato específico para cada uno de los proveedores.

 

¿Cómo garantizáis la seguridad del contenido?
Según el contrato. Si va con DRM seguimos el procedimiento de Amazon. Todo el contenido se pasa a M3U8 que parte los contenidos en microfragmentos para asegurar los contenidos en el player. Dependemos de los servicios de Amazon. También trabajamos con varios proveedores de player y con ellos también delegamos el servicio.

Como nosotros trabajamos en el modelo bajo demanda, en cada precio por visualización incluimos el coste del streaming, aglutinando también los costes derivados de la seguridad. El caso de las plataformas por suscripción es distinto. Realmente sí que tienen que hacer cálculos para que estos detalles sean rentables.

Aparte hacemos un control de IP. Nuestra plataforma también tiene seguridad en cuanto a ataques, inicios de sesión, etc.

 

¿Cuáles son los siguientes pasos en vuestros planes?
En España, en el apartado de biblioteca, tenemos prácticamente controlado todo el mercado. La biblioteca que no cuenta con este servicio es porque no tiene presupuesto. Ahora estamos trabajando en conseguir derechos para bibliotecas privadas, es decir, de universidades y colegios privados.

También tratamos de conseguir derechos para seguir expandiéndonos. Nuestra idea es acceder a los territorios de Francia, Inglaterra, Italia y Alemania. Para ello, trabajamos con los proveedores actuales y con los nuevos para expandirnos hacia esos nuevos territorios.

Una vez tengamos las aplicaciones para televisión, teniendo ya listas las aplicaciones para dispositivos móviles, tendremos el pack completo para acceder a todo el público.

También estamos barajando la posibilidad de incluir directos en nuestra plataforma. Por ejemplo, trabajamos hoy en un modelo de consumo de contenido que imita a un cine. Se hace un pase multitudinario de un contenido y se cobra el derecho a ver ese audiovisual como si adquirieras una butaca en una sala. Esto se debe a que hay ciertos cines en Latinoamérica que tienen derechos de exhibición tanto en local como en online. Para evitar problemas en el apartado de la seguridad, aquí solo se deja reproducir el contenido en una pantalla de forma simultánea.

Al respecto del contenido, queremos agregar nuevos títulos y también formatos. Tenemos ahora mismo películas, juegos, revistas, música, podcasts, etc.

Otro punto en el que queremos hacer especial hincapié es trabajar con las bibliotecas para hacer promociones. Llevamos trabajando con comunidades como Madrid y Barcelona cinco años y hay usuarios de las bibliotecas que aún no han llegado a conocer la plataforma. Creemos, no obstante, que no se ha intensificado el marketing de este producto por parte de las bibliotecas porque tienen miedo a morir de éxito. Ten en cuenta que es un servicio tan jugoso, gratuito para potencialmente todos los ciudadanos, que si creciera mucho en términos de audiencia podría no ser capaz de satisfacer tanta demanda.

La tecnología está preparada para desplegar, replicar y escalar rápidamente. También es cierto que es un nicho de mercado en el que no hay mucha competencia. Ahora mismo nos estamos moviendo rápido para llevarlo a Francia, este es nuestro paso más inmediato.

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