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Grupo iZen: Tecnología y contenido para crecer internacionalmente

Grupo Izen

Grupo iZen surgió hace cinco años a raíz de la unión de Zebra Producciones, una productora cinematográfica en su origen fundada por Antonio Saura y Jose Velasco en 2001, y Veralia Contenidos, participada por el Grupo Vocento. Ambas empresas integraron sus actividades de producción para crear un nuevo grupo audiovisual con el fin de consolidar su posición en el mercado español. Todo el trabajo realizado ha permitido al grupo expandirse internacionalmente.

Recientemente, iZen, dirigido por Jose Velasco y su hija, Sara Fernández-Velasco, protagonista de las líneas de esta entrevista, ha incorporado a su accionariado al grupo francés Newen, el cual forma parte del grupo televisivo TF1, con el objetivo de seguir creciendo internacionalmente. Sus objetivos se ven actualmente satisfechos pues, recientemente, han producido Insiders y El Cid, para Netflix y Amazon, respectivamente; y su futuro pasa por una renovación tecnológica que les ayude a hacer más y mejor contenido.

 

Entrevista con Sara Fernández-Velasco, CEO de Grupo iZen

¿Los miembros del grupo son independientes o todas las decisiones se toman a partir de una matriz?
Cada marca dentro del grupo tiene una identidad definida al respecto de los contenidos que produce. Pero realmente, el trabajo de desarrollo, tanto en ficción como en entretenimiento y en documental, se realiza de forma simultánea. También somos socios mayoritarios en tres empresas inglesas y, del mismo modo, trabajamos de forma conjunta con ellas.
Tenemos un departamento de desarrollo de proyectos tanto de ficción como de entretenimiento compuesto por varias personas que trabajan en equipo. Es cierto, como te dije antes, que dentro del grupo algunas de las empresas lideran más un proyecto u otro porque son expertos en ese contenido específico, pero el trabajo siempre es desarrollado de forma conjunta por todos los profesionales de la familia iZen. Creemos que es la manera más productiva de generar ideas.

 

¿Poseéis la tecnología que usáis en vuestros proyectos?
Una de las empresas del grupo es Proima Zebrastur, la cual tiene dos vertientes. Por un lado, produce contenidos para la televisión autonómica asturiana TPA y, por otro, presta servicios de producción audiovisual tanto a terceros como a empresas del grupo. Entre estos servicios se encuentra el alquiler de material audiovisual (pantallas, ediciones, almacenamiento, etc.) y el alquiler de los platós de 6.000 metros cuadrados completamente equipados con cámaras, control de realización y otros sistemas que explota Proima en Asturias con servicios de producción asociados. Respecto a las producciones específicas, depende mucho de cada una de ellas. Hay elementos que subcontratamos y otros que compramos.

 

La evolución de la tecnología es evidente. ¿Habéis incorporado nuevos dispositivos con el paso del tiempo?
La tecnología ha evolucionado mucho y hemos tenido que implementar muchas soluciones dependiendo del proyecto. Por ejemplo, con Insiders hemos hecho un trabajo de I+D para muchos temas de la producción.
Para empezar, la edición. Supuso un reto tanto para nosotros como para AVID, debido al gran volumen del contenido grabado en alta calidad y la cantidad de horas que teníamos que editar. Como dije, supuso un desafío muy grande para todos, pero conseguimos adaptar los sistemas y las exigencias de nuestro trabajo.
Otro caso fue el del sonido. Tuvimos que hacer una instalación propia con distintos proveedores porque necesitábamos microfonar una casa de forma oculta y que, además, se escuchara perfectamente.
Lo cierto es que nuestras producciones nos obligan a trabajar el I+D y tenemos la suerte de contar con un equipo técnico excelente.

 

¿Qué producciones de las que habéis desarrollado últimamente destacaríais como grandes retos?
El modelo de producción de iZen nos da un volumen de trabajo enorme, ahora mismo estamos por encima de las 2.000 horas de producción anual en todo el grupo. Las producciones que más engrosan las cifras son ficción diaria en autonómicas y algunos formatos prime time que llevan muchos años en emisión, como en Castilla-La Mancha, Asturias y Galicia. Este producto es el que nos da de comer, pero también trabajamos en formatos más ambiciosos para plataformas como son El Cid o Insiders, para Amazon y Netflix respectivamente, y algunos otros que actualmente estamos desarrollando.

 

Insiders

 

¿Qué retos tecnológicos os encontrasteis produciendo Insiders?
El gran reto al que nos enfrentamos en la producción de este formato estuvo muy relacionado con la tecnología. Debido a su característica narrativa, no se podía implementar la típica infraestructura técnica que podrías integrar en un plató para rodar un reality al uso. Insiders es una nueva forma de contar la realidad en la que doce concursantes participan en un casting para un reality. Sin embargo, ese casting es ya el reality per se. Por esta razón, los protagonistas no podían llegar a saber que ya formaban parte del programa y las cámaras y micrófonos debían estar ocultos.
Como decíamos, el audio fue uno de los principales retos. Se implementó un sistema de microfonía para grabar más de 200 canales que cubrían toda la casa, 24 horas, 7 días a la semana durante un total de 21 días. Tuvimos que crear un sistema utilizando tecnologías de videoconferencia con inteligencia artificial que también incorporaba sistemas de microfonía múltiple que abarcara distintas áreas de captación cuya gestión se realizaba a través de un software.
Por otro lado, la dinámica de grabación de vídeo consistía en unir un sistema tradicional con cuatro señales de programa, que su usaron para catalogar y seguir las tramas, y otro sistema tradicional de ficción en el que el contenido se grababa en la cámara en logarítmico para luego hacer el tratamiento de color. Esto multiplicado por 23 cámaras cinematográficas de Sony, modelos Venice y FS7. A las cámaras cinematográficas operadas hay que añadir las cámaras robotizadas que funcionaban como un sistema de videovigilancia, que eran un total de 47 cámaras pan-tilt, pinole e infrarrojas. En total se grababan alrededor de 25 TB diarios de video y contábamos con setenta cámaras ocultas. Desplegamos un total de 70 cámaras.

 

Misma cuestión con El Cid, ¿con qué retos os habéis encontrado produciendo esta serie?
Experimentamos varios retos. Uno de ellos estuvo relacionado con los efectos visuales (VFX). Necesitamos contar con tres empresas porque teníamos un volumen muy grande y el material debía entregarse en poco tiempo. Sin embargo, los proveedores, Deluxe, Elamedia y Cúbica respondieron muy bien.
El clima también nos trajo quebraderos de cabeza. Tuvimos muy mala suerte porque nos llovió muchos de los días en los que estaban planteados rodajes de las batallas. Y he de decir que la tecnología en esa ocasión fue más una solución que un reto. Hubo que desplegar muchos efectos y corrección en postproducción para dar continuidad a las batallas.
Otro gran reto que experimentamos entonces, y que todavía nos acompaña, fue la COVID. A nosotros nos pilló en pleno rodaje. Llevábamos siete meses rodando y nos quedaban solo diez días para terminar. El calendario de producción finalizaba el 21 de marzo de 2020 y tuvimos que parar para luego retomar. Nos quedaban secuencias de acción que no era posible obviar. Tuvimos que mandar a 300 personas a sus casas y volver a recuperarlas tres meses después. Al final lo conseguimos, con todos los problemas del mundo, pero lo conseguimos.
Pese a lo que pueda parecer, no tuvimos que retrasar la fecha de estreno porque en ese punto nos encontrábamos postproduciendo la primera temporada y produciendo la segunda. Otro gran reto, que no lo había contado pero efectivamente lo fue, tuvo que ver con la edición. Tuvimos que desplegar una edición en remoto, porque esa etapa, como digo, cayó en las fases del confinamiento más duro. Estuvimos alrededor de tres y cuatro meses editando de esta manera y fue muy complejo. Al final encontramos una forma que permitía garantizar la seguridad del proceso, pero claro, te podrás imaginar la lentitud que implicó. El editor, el productor y el director en tres sitios distintos, tratando de ver lo mismo al mismo tiempo, cosa que no siempre pasaba. Pero se hizo.
Es sorprendente que Amazon, que es una empresa que tiene servicios en la nube, no implementase alguna solución rápidamente.
Lo cierto es que nadie se había planteado la necesidad de editar en remoto. No era algo que tuvieran previsto, nadie pensó que fuera a ser necesario. A nosotros nos tocó ser conejillos de indias, porque estábamos con la producción más grande que había en ese momento en España. Pero al final salimos del paso.

 

A la hora de producir para estas plataformas, ¿habéis encontrado diferencias respecto a la forma de trabajo tradicional?
Las diferencias son muy grandes. En todo, cada uno de los procesos de una producción; desde el pitch de una idea hasta la posproducción, las entregas, PIX para subir los materiales, tienes que entregar diferentes cortes, te los devuelven con comentarios, etc. En TVE, con los que hemos hecho más de 1000 episodios de series diarias, realmente no funcionábamos así, todo se hacía de una forma más manual, menos automatizada.
En las plataformas es mucho más dinámico. En mi opinión, se involucran en el contenido de una forma más organizada y sistemática, y además tienen un proceso muy definido para hacerlo. Este procedimiento está muy establecido respecto a las entregas de material y la revisión por su parte. El mismo estilo se repite en la financiación de las producciones Son empresas muy grandes y americanas, la mayoría, y se nota mucho que trabajan de otra forma.

 

¿Y entre ellas? Netflix y Amazon, como es vuestro caso.
No tienen nada que ver. En El Cid, que trabajamos con Amazon, aún no tenían equipo en España. Al principio, y durante la mayor parte del proceso, teníamos que hablar todo con EE.UU., luego lo hicimos con Inglaterra, que fue donde tenían equipo europeo.
Sin embargo, en Netflix la gran parte del equipo está aquí. Es cierto que cuando el personal está aquí es más fácil cualquier gestión. Ahora ya no es el caso de Amazon, pero nosotros tuvimos que trabajar con un equipo fuera de España el 95% del proceso. Este inconveniente que tuvimos tiende a desaparecer porque actualmente las plataformas ya tienen equipos locales en la mayoría de los casos.

 

¿Crees que algún día se abaratarán tanto estos modelos tecnológicos y los modelos de financiación que será posible abarcar estas producciones premium para entidades con mucho menos presupuesto?
Ojalá, pero de momento es complicado. Una serie como El Cid, ¿se puede abaratar, por ejemplo con producción virtual? Desde luego que sí, pero, ¿se puede abaratar para que sea accesible a un prime time de una cadena en abierto ahora mismo? Mi opinión es que no. Hay que cambiar los modelos de financiación para que sean los canales en abierto los que puedan acceder a ese contenido. Que haya más patas que sumen para llegar a cubrir el presupuesto.
Además la tecnología no tiene por qué ayudar a abaratar la producción. Podrías pensar que Insiders es un formato barato, pues solo son unas personas encerradas en una casa. Pero es la tecnología la que hace ese contenido interesante y, por lo tanto, lo encarece.

 

¿Estos modelos que consolidan las plataformas VOD y OTT pueden llegar a afectar la televisión lineal tal y como la conocemos hoy en día? ¿Podría llegar a desaparecer?
Yo creo que nadie lo sabe, es la eterna pregunta. Pienso que siempre habrá cierta dependencia sobre la cita que te da la televisión en abierto. La información, el evento deportivo y, si me apuras, las grandes finales de grandes concursos y realities hacen que todo el mundo se siente a una determinada hora para ver algo.
Esto se mantendrá porque genera interés. Eso sí, el modelo de consumo de esta cita puede cambiar. Quizás sea a través de una emisión lineal, quizás sea a través de eventos en plataformas con suscripción. Creo que en el corto plazo no va a pasar, y en el largo plazo, la verdad es que no sé si mis hijos seguirán viendo el telediario de TVE.

 

¿Cuál es el futuro de estas plataformas? ¿Tendremos un mercado copado de ofertas o se asociarán de alguna manera?
En mi opinión, el modelo de las plataformas actuales va a cambiar. No sé si se agruparán, pero desde luego sí que se centrarán en modelos en los que con una única suscripción puedas tener acceso a varios de estos portales de contenido. Los espectadores perdemos la cuenta de cuantas hay.
Por un lado, creo que habrá una carrera hacia la consolidación. Una vez se determinen las posiciones del final de la carrera tendrán que mirar hacia sus lados y ver quién se junta con quién. Creo que no va a ser inminente, pues ahora mismo están apostando por a ver quién llega más lejos, cosa que nos viene fenomenal a los productores. Pero no es indefinido y acabarán por quedar solo las más potentes.
Por otro lado, en cuanto a quién va a ganar, ni idea. Pero se tienen que diferenciar no solo por el contenido, también por la forma de consumir, el look and feel, todo eso es importante.

 

¿Cuáles son los planes de futuro del Grupo iZen?
Con respecto a nuestro futuro tecnológico, creo que tenemos dos opciones: que el desarrollo lo haga un tercero y así nosotros solo seríamos clientes, o tratar de investigar y desarrollar para intentar estar a la última. Nosotros queremos apostar por incrementar nuestro propio desarrollo y esta es otra de las razones por las que hemos incorporado a Newen a nuestro grupo. Lo hemos hecho para invertir tanto en contenido como en la parte tecnológica asociada a él. Porque ese es nuestro posicionamiento: usar los avances tecnológicos para hacer un contenido diferente o mejor.
Respecto a los platós y la infraestructura que poseemos, es cierto que aquí tenemos una asignatura pendiente. Los platós los equipamos alrededor de hace ocho años, por lo tanto debemos acometer una inversión con el objetivo de acercarlos al 4K.
También es verdad que si los clientes no te lo exigen y no te lo pagan es difícil acometer esas inversiones, pero es algo que tenemos en nuestros objetivos, siempre con la necesidad de asociarlo al contenido. Siempre pensando en qué contenido puedo hacer y cómo puedo hacer que la tecnología puede ayudar a realizar un mejor contenido. Creo que Insiders es un buen ejemplo de eso.

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