Molinos de Papel: Llevando la realidad al espectador a través de formatos eternos

¿Qué une a “Wild Frank”, “Ola Ola” o “Callejeros Viajeros”? Podríamos centrarnos en sus reconocidas particularidades técnicas, pero en este caso destacaremos que todos ellos son formatos televisivos con un impresionante calado entre los espectadores… y que han sido desarrollados por el equipo de Molinos de Papel. La compañía, con sede en Madrid, toma lo más interesante de nuestra realidad para crear programas innovadores que presentan interesantes desafíos técnicos. De hecho, Carolina Cubillo, su directora, fue responsable del reconocido “Mi cámara y yo” (2001) de Telemadrid y, posteriormente, de “Callejeros” (2005). Queremos conocer más detalles de la trayectoria de la productora y, bajo ese objetivo, nos ponemos en contacto con Jaime Silva, director de contenidos; y Juan José Bolaños, jefe de realización.
Cada productora tiene una seña de identidad que la hace especial. Si tuvieras que identificar la de Molinos de Papel, ¿Cuál sería?
La creación de nuevos contenidos audiovisuales propios a partir de un equipo humano que destila pasión y mucho coraje en lo que hace. Ese proceso de creación es un reto para nosotros y siempre lo afrontamos desde la experiencia de los profesionales que forman el equipo y de la mano de las más novedosas tecnologías.
En vuestra página web se identifica como vuestro primer formato “Callejeros” en el año 2005. ¿Es así? ¿Cuál es el origen de la compañía y cómo habéis evolucionado de un tiempo a esta parte?
Como productora independiente, la primera producción que hicimos fue el formato “Ola Ola”. Pero, efectivamente, “Callejeros” es el valioso origen de una trayectoria que se ha ido ampliando y consolidando en el universo de los contenidos durante estos quince años. “Callejeros” es el germen, una especie de viga maestra sobre la que se ha edificado Molinos de Papel y cada uno de los muchos formatos propios que hemos creado. El carácter y el saber hacer de “Callejeros” impregnan todas nuestras producciones. Molinos de Papel es un organismo vivo que innova y se desarrolla gracias al ADN de “Callejeros”.
¿Cómo es el equipo de Molinos de Papel en la actualidad?
Contamos con un equipo estable de profesionales que, además de aportar su amplia experiencia en el mundo audiovisual a nuestras producciones, también poseen la capacidad y las aptitudes para adaptarse a las innovaciones constantes de la cambiante industria audiovisual. Hay algo esencial en el equipo de Molinos de Papel, tanto en el equipo de creación de contenidos como en el de realización o en el de producción: todos sus miembros participan activamente en el rodaje, la edición o la postproducción de los formatos propios que han creado. El director y el realizador crean un formato a partir de una idea, pero también la desarrollan sobre el terreno en la grabación y en la edición.

Wild Frank es uno de los formatos de más éxito de la productora
Molinos de Papel es ampliamente conocido por vuestros formatos televisivos de telerrealidad. No obstante, no es vuestro único ámbito de actuación. ¿Cuáles son las ramas de negocio de Molinos de Papel?
Molinos de Papel es una productora de creación de contenidos propios tanto para televisión como para plataformas o cualquier medio audiovisual. Creamos, producimos y realizamos reportajes, documentales, formatos periodísticos y de entretenimiento, publicidad, conciertos… A veces, también aportamos soporte técnico a otras producciones externas. Por ello, estamos abiertos a todo tipo de formatos y de narrativas, puesto que lo que nos interesa y motiva es contar historias con nuestro particular sello, ya sean historias de ficción o de realidad. Podemos afrontar los nuevos retos de la producción audiovisual y sabemos que, para tener éxito, hay que innovarse constantemente. Sobre la solidez de la experiencia y la innovación podemos ofrecer el mejor producto audiovisual que nos pida cualquier cliente.
¿Siempre os ha llamado el lado factual? ¿Qué tiene de especial?
Nos fascina contar historias reales, pero queremos transmitirlas de una forma emocionante y entretenida. En este sentido, siempre ampliamos el plano y abrimos el foco para no perder los detalles: lo que pasa en el fondo del plano es primordial para nosotros. Si a todo esto le añadimos sentido del humor y emoción, el factual es un buen camino.
¿Qué recorrido tenéis en el ámbito de la ficción y del cine? ¿Os gustaría profundizar en este campo de aquí en adelante?
Por supuesto. Ya tenemos una dilatada experiencia en el formato de la película documental. En Molinos de Papel, hemos realizado cuatro producciones en formato película con temáticas tan diversas como pueden ser la cárcel o la prostitución, por poner dos ejemplos. En cuanto a la ficción, es un campo que no descartamos, ya que contamos con los mimbres necesarios para llevarla a cabo: un equipo humano bregado en la creación de ideas propias y con capacidad operativa.
¿Contáis con equipamiento de producción propio? ¿En qué sistemas confiáis?
El constante avance de la tecnología nos obliga a adaptarnos a la utilización de nuevos equipos de rodaje. Aun así, contamos con una parte del equipo técnico propio y alquilamos otra parte de la técnica en función del rodaje al que nos enfrentamos. Por esta razón, solemos variar de marca y modelo. Trabajamos principalmente con cámaras que son versátiles y que no fallan en cambios de temperatura o de humedad. Buscamos que estos dispositivos tengan alta calidad de imagen y, que a la vez, sean manejables y ligeras, dado que nuestras jornadas suelen ser muy largas y en nuestros formatos hay mucha improvisación. Necesitamos cámaras todoterreno con ópticas luminosas y un amplio rango focal que va desde grandes angulares a teleobjetivos con una misma lente. Añadimos también minicámaras y drones para conseguir tomas que no se podrían obtener de otro modo. En cuanto a trípodes, usamos varias marcas y en ocasiones también nos ayudamos de algún estabilizador gimbal o de algún soporte de cámara. En la microfonía, principalmente, usamos equipamiento inalámbrico conectado directamente a la cámara al que le sumamos otros elementos de grabación de audio externos. En general, cambiamos constantemente el equipo para afrontar las extremas condiciones ambientales en las que solemos grabar formatos como “Wild Frank”, por ejemplo. Con respecto a la postproducción de nuestros reportajes, siempre hemos trabajado con sistemas de edición profesionales que nos permiten desarrollar flujos de trabajo con material de alta resolución. “Wild Frank”, efectivamente, es otro formato rompedor.
¿Podrías profundizar un poco más en las necesidades técnicas que implica este tipo de producción?
La principal necesidad es llevar el menor equipo posible, ya que el equipo de personal es reducido y queremos mostrar una calidad de imagen excelente. El equipo técnico, por su parte, debe soportar las distintas inclemencias meteorológicas y ambientales que podamos encontrar. Desde la selva del Amazonas, Tailandia, Indonesia, India o México, con condiciones de lluvia y humedad muy altas; a Nepal o Norteamérica, con frío extremo; hasta desiertos en Australia o Namibia, donde el polvo y la arena pueden poner en riesgo la producción. Las jornadas de grabación son muy exigentes y, en la mayoría de ocasiones, tenemos que cargar con el material durante distancias muy largas. Por esto, nos decantamos por cámaras lo más versátiles posibles con la mayor calidad de imagen. Además de que sean robustas y herméticas, buscamos que nos permitan trabajar en curvas logarítmicas. Llevamos un juego de ópticas zoom para conseguir una amplia distancia focal: desde angulares 16- 35mm hasta teleobjetivos como 100-400mm al que le podemos sumar un duplicador cuando es necesario, pasando por ópticas macro. Así, podemos cubrir todos los escenarios posibles. También nos ayudamos de otros equipos para tomar imágenes superlentas y mostrar detalles difíciles de captar en tiempo real, minicámaras para poder acercarnos a distintos animales sin que se percaten o drones para imágenes aéreas.
¿Cuál es el presente de Molinos de Papel? ¿En qué formatos estáis trabajando en la actualidad?
Actualmente, seguimos desarrollando el docureality de naturaleza de “Wild Frank”, con excelentes resultados de audiencia en España y con un impacto importantísimo a nivel internacional, ya que “Wild Frank” se emite en más de 100 países de todo el mundo a través de Discovery Channel. Además, hemos creado formatos propios para cadenas generalistas de España como Cero de Movistar+, Televisión Española o Telemadrid. También hemos tomado conciencia de la nueva forma de consumir productos audiovisuales y hemos desarrollado contenidos propios para Red Bull, cuya difusión se hace través de Internet en las redes sociales y bajo demanda.

Callejeros Viajeros ha llevado a Molinos de Papel por todo el mundo
¿Cuál es el mayor reto al que se ha enfrentado el equipo?
Sobre el terreno, en el rodaje o la edición, nos enfrentamos cada día a decenas de retos. Pensad en el desafío que supone para nuestro equipo localizar al último tigre de bengala, grabar a los gorilas que sobreviven en un país en guerra en África, cruzar el Estrecho en barco azotados por una tormenta, mantener el pulso del objetivo cuando una serpiente mortífera se acerca o la ocasión en la que un rinoceronte galopó hacia el equipo. Muchos de nuestras proyectos no son solo retos, también son producciones arriesgadas donde literalmente nuestro equipo se la juega. Quizás por eso, para Molinos de Papel, no hay reto pequeño. Cada nueva producción es un nuevo desafío en el que dejarse la piel para conseguir transmitir al espectador la realidad, la emoción de cada historia
¿Es requerida la tecnología 4K en vuestros trabajos o seguís trabajando en HD?
Hasta el momento, seguimos trabajando en HD, que es lo que nos demandan nuestros clientes. Tan solo grabamos imágenes en 4K para poder postproducir algo en concreto o para tener la posibilidad de reencuadrar la imagen.
Se dice que las plataformas OTT son la futura gran esperanza para las productoras audiovisuales. ¿Estáis de acuerdo? ¿Veis oportunidades en vuestro caso?
Se está produciendo una profunda evolución en la forma de acceder a los contenidos audiovisuales, en la forma de publicarlos y difundirlos a través de Internet. A Molinos de Papel nos parece un buen campo en el que seguir desarrollando nuestro trabajo sin desdeñar a los operadores o medios de difusión tradicionales. Al fin y al cabo, se trata de contar historias, que es lo que a nosotros nos apasiona. Esas historias se pueden ver bajo demanda en internet o en un canal tradicional, pero lo importantes es que se vean y se conozcan. Es una oportunidad que haya más medios de difusión y por eso, en Molinos de Papel, estamos trabajando en esa dirección. Otra vez, la experiencia y la innovación van de la mano.
Por último… ¿Hacia dónde mira Molinos de Papel? ¿Qué marcará a la productora durante los próximos años?
Nuestro objetivo es seguir creando contenidos propios que sean innovadores y de alta calidad. Generar nuevos formatos propios e inéditos y saber venderlos es una tarea difícil, pero también es un trabajo muy enriquecedor y creativo. Somos una productora con un catálogo propio. Creamos y desarrollamos nuestras propias ideas, es decir, nuestros formatos no vienen testados por una audiencia internacional, como es el caso de otras productoras de contenidos. Esto dificulta mucho la venta, pero si logramos que un cliente confíe y apueste por nuestro proyecto, nos genera una inmensa satisfacción que no se puede comparar con la que te puede proporcionar hacer contenidos que han sido creados por otros. Molinos es una fábrica de artesanía y esperamos seguir siéndolo.