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Museo RTVE. Un acercamiento único a nuestra historia a través de la tecnología televisiva.

Museo RTVE

RTVE ha sido testigo privilegiado del devenir de España. Las paredes de sus centros de producción podrían hablar por sí mismas de los acontecimientos que han marcado nuestra historia. Al fin y al cabo, como se ha repetido hasta la saciedad, la televisión no es más que un reflejo de nosotros mismos.

Nicolás Albéndiz Guillén, realizador establecido en el centro de producción de Sant Cugat del Vallés (Barcelona), ha dedicado numerosos esfuerzos en los últimos años para crear un espacio único en el mundo: el Museo RTVE. Esta iniciativa, que funciona a través de visitas privadas, no solo traza una evolución técnica de RTVE, sino que también nos invita a un particular viaje a través de todas las profesiones que hacen posible el medio. Compartimos unos minutos con Nicolás, quien amablemente, y arrojando pasión en cada una de sus intervenciones, remarca la suerte que es poder tener una exposición como esta en nuestro país.

 

¿Cómo surgió el museo y, sobre todo, cómo nació la idea de crear este espacio?
En parte, nació porque me interesé en conocer la historia de mi empresa a raíz del 50 aniversario de TVE en Barcelona. Un tiempo antes, empecé a charlar con históricos de la tele y comencé a ver todo el potencial que teníamos: tanto a nivel de máquinas como de contenidos. Empecé a investigar en Sant Cugat sobre qué material se había conservado. Es entonces cuando me di cuenta de algo apasionante: muchos compañeros, incluso algunos ya jubilados, habían guardado material. Como sabes, el equipo técnico con el tiempo deja de ser válido, queda desfasado y lo normal es deshacerse de él. Sin embargo, algunos de estos equipos se guardaron. Yo he ido recopilando ese material y, una vez tuve una buena muestra de los equipos, vi todo el potencial que tenían a nivel museístico. ¡Con ellos podíamos explicar toda la historia de la televisión de nuestro país! Fue entonces cuando el proyecto comenzó. Nuestra intención era darle visibilidad a todo ese material. Muchos programas siguen vivos en nuestra memoria y nosotros los podemos explicar a través de sus máquinas.

 

El proyecto se ha presentado comúnmente como un “viaje a través de la historia de RTVE”. ¿Ese es el principal objetivo de la iniciativa?
El objetivo es dar a conocer la historia de la televisión de nuestro país. La gente joven, por el motivo que sea, no conoce nuestra historia. Creen que la televisión consiste en coger el mando, hacer zapping y acceder a una gran variedad de canales con una serie de contenidos. Pero claro, antes de todo eso, solo había una televisión y un canal. Por otro lado, los que ya tenemos más edad, podemos emocionarnos con el recuerdo de aquellos programas que fueron significativos en nuestra infancia o juventud. Me apasiona poner en valor todo ese recuerdo, tanto a nivel técnico como de contenidos. Son máquinas que hablan: historia audiovisual de nuestro recuerdo de esa caja.

 

Nicolás Albéndiz Guillén

 

¿Cómo ha sido el proceso de recolección de materiales? ¿Los teníais en Sant Cugat o habéis recurrido a otros centros?
En un comienzo, empecé recopilando material en Sant Cugat. Por decir algún porcentaje, el 80% es de la historia de Miramar y Sant Cugat. El resto son aportaciones que ha hecho Prado del Rey, el Instituto Oficial de RTVE y Radio Nacional.

 

En el recorrido del museo encontramos numerosos recursos gráficos. Entiendo que os habéis beneficiado del archivo histórico de RTVE…
Claro. Tenemos la gran ventaja de poder acceder a nuestro propio archivo e incluso al del NO-DO. El museo tiene la suerte, como museo único que es, de que todas sus piezas las podemos explicar y contextualizar en su época. Ese es uno de los grandes valores que tiene el museo. Por ejemplo, así podemos dar contexto a la primera cámara que tenemos de TVE del año 56 en Madrid. En Miramar hubo otra. Ese dispositivo se conserva y está documentado con su imagen real.

 

Algunos de los equipos han podido ser restaurados. ¿Qué proceso se ha seguido?
En principio, hay que localizar la pieza. Una vez que la tengo, la cojo, la contextualizo en su época y hago una primera limpieza. Si veo, bajo mis pocos conocimientos técnicos, que esa pieza se puede restaurar, entonces pido apoyo al departamento técnico de TVE. Ellos, dentro de sus posibilidades, ya que estamos hablando de piezas de los años 60, 70 y 80, la restauran si es posible. Tenemos varios equipos que han sido restaurados. Por ejemplo, hemos terminado una unidad móvil que es una joya. Ahora está completamente operativa.

 

¿Qué equipos definirías como fundamentales para trazar la evolución técnica de la cadena?
Es difícil elegir. Por ejemplo, ponemos en valor la primera cámara, ya que es como encontrar a Tutankamón en Egipto. A nivel técnico, también le damos importancia a tener la primera cámara a color, lo cual es una pasada. También es genial poder disponer de la primera cámara autónoma en vídeo de dos pulgadas de la casa Ampex, una joya. A nivel de cine, es una suerte poder disponer de una Arri de 35 mm, el mismo modelo que utilizaba el director de cine Stanley Kubrick. ¡Es la misma que nosotros empleábamos en los años 60 y 70! Luego llegamos a los primeros vídeos digitales: disponemos de las primeras máquinas que se empezaron a usar cuando toda la tecnología digital empieza a implementarse. Son muchas opciones. ¡No me hagas coger una sola porque les tengo cariño a todas!

 

Este progreso también se puede ver con claridad en un momento de la exhibición, en el que podemos echar un vistazo a la evolución de los soportes de captación de vídeo…
Efectivamente, hay una estantería en la cual podemos ver toda la evolución de la captación de vídeo. Partimos de la cinta en blanco y negro de dos pulgadas hasta llegar a las actuales tarjetas de memoria. De esta forma, podemos explicar cómo se grababa y en qué soporte. En este plano, contamos con toda la evolución del vídeo, concretamente de la marca Sony.

 

Tal y como has comentado antes, para afrontar la creación de este museo has hablado con diferentes trabajadores históricos de RTVE para así trazar una evolución de su historia. ¿Te han llegado a transmitir hasta qué punto la evolución técnica era relevante para TVE? ¿Había una apuesta directa por la innovación?
En principio, sí. Hay varios periodos. Hasta la incorporación de las televisiones autonómicas, cuando éramos la única televisión del país, evidentemente TVE estaba preocupada por tener el mejor material televisivo. Lo que pasa es que, en mi opinión, los saltos tecnológicos de los años 60 no fueron tan notables como los que empezaron a sucederse en los años 80. En cualquier caso, TVE, desde sus inicios en el año 56, siempre ha tratado de estar a lo último a nivel de tecnología broadcast. A día de hoy, así lo hacemos. Por ejemplo, Sant Cugat tiene el gran proyecto de renovar sus platós con tecnología IP.

 

 

 

En la primera fase del museo encontramos varios monitores con hitos históricos que contextualizan los dispositivos que acompañan. ¿Cuál ha sido el criterio para escoger las imágenes y los equipos?
Es importante poner en valor todos los acontecimientos que el país ha podido vivir. ¡Y es una suerte poderlos explicar a través de la técnica y Televisión Española! Por ejemplo, tenemos la primera cámara en la cual se hacen programas de televisión y concursos: la alemana Fernseh. También tenemos la primera cámara de unidad móvil, que era de la firma inglesa Pye. Este dispositivo lo tenemos vinculado con las primeras retransmisiones en exteriores, como conciertos en el Liceo o partidos de fútbol. Otro ejemplo: contamos con la cámara que hizo la inauguración del Mundial 82. TVE ha estado en todos los acontecimientos políticos y sociales. Inevitablemente, el panorama cambia con la llegada de las privadas, pero seguimos estando en los momentos más relevantes para el país. Por ejemplo, en la Conferencia del Clima que se celebró en Madrid, hubo un importante despliegue técnico y trabajamos tanto para España como para el resto del mundo aportando la señal internacional del evento.

 

En el Museo RTVE también podemos vivir algunos momentos interactivos…
Así es. Tenemos en uso la cámara que hizo la inauguración de los Juegos Olímpicos, una BTS. Son de esas piezas que se han podido conservar. El visitante la coge y puede jugar con su zoom y su foco. En ese momento, tienes la ocasión de sentir lo que es el oficio de cámara de televisión. Por otro lado, hay varias máquinas que el visitante puede tocar. No es que estén funcionando como tal, pero por ejemplo, para explicar las mesas de mezclas, puedes interactuar con sus botones. Sobre todo, lo que la gente pone en valor es que, al finalizar la visita, saben cómo se hace un programa de la televisión.

 

Edición, mezcladores, estilismo, meteorología, guión… Explicáis cada uno de los oficios que abarcan la televisión. Tengo entendido que esto es lo que, en parte, hace único al museo.
El Museo RTVE es el único museo de televisión del mundo que hace un recorrido por todos los servicios necesarios para hacer programas de televisión. He buscado exhaustivamente y no existe nada igual. Hay museos espectaculares, como los de Berlín o Nueva York, pero sales sin saber cómo se hacen los programas de televisión. Nosotros hacemos un recorrido que pasa por el papel de los operadores de cámara, iluminadores, peluquería, carpintería, maquillador, montador… Se necesitan una infinidad de oficios para hacer un programa. Y todos están explicados. Ese es el valor que tiene el museo.

 

En la primera fase del Museo RTVE vemos la evolución técnica del medio. En la segunda, echamos un vistazo a todas sus profesiones. ¿Cuál sería el enfoque de una hipotética tercera fase del proyecto?
Por cuestiones de espacio, estamos a la espera de poder ver cómo podemos terminar de situar el museo. Lo cierto es que en el almacén tenemos una gran cantidad de elementos que también están vinculados con la radio y que están a la espera de ser situados. Mi idea de una tercera fase sería terminar por consolidar este viaje por los oficios que a día de hoy ya se puede ver. Por otro lado, como ya te he adelantado, tenemos dos unidades móviles que son una joya: una cuyo completo funcionamiento interno es con patch y también la primera unidad móvil informatizada en Televisión Espa-ñola. Estas dos unidades móviles son elementos importantísimos para que el visitante vea ese control de realización o de sonido en funcionamiento. En otro plano, también me gustaría hacer este museo incluso más interactivo de lo que es para que la gente pueda tocar máquinas que funcionan.

 

¿Cómo se puede visitar el Museo RTVE?
El museo, a día de hoy, funciona con visitas privadas.

 

Para finalizar, una pregunta que no es tan sencilla: ¿Por qué esta visita es imprescindible?
Es una visita imprescindible si quieres hacer un viaje a tu recuerdo televisivo; si quieres recordar los programas que fueron significativos para ti y ver aquellas máquinas que hicieron posibles esos formatos. Y, de paso, también es un mundo que a nivel museístico no se había podido explicar. Gracias a TVE y a la conservación de todas estas piezas, podemos explicar cómo es el audiovisual de una manera amena y divertida. Quien visite el museo pasará un rato amable y divertido. Y de paso, para quien le guste la nostalgia, ya será la bomba. Este es un museo en el que no solamente hablo yo, sino que hablamos todo. Por ejemplo, siempre sale el programa de “La bola de cristal”… ¡y nosotros podemos enseñar la cámara con la que se hacía!

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