Panasonic AG-HPX171
La cámara, destinada al usuario semiprofesional, incorpora como principal novedad un objetivo zoom con un angular equivalente de 28 mm., con un zoom óptico de 13 aumentos. Asimismo, la nueva tarjeta P2 de 64 GB permite grabar 64 minutos de vídeo en formato DVCPRO HD.
Flujo No Lineal En Tarjetas P2
El uso de tarjetas de estado sólido para la grabación en video es una tecnología que cuenta cada vez con más opciones, en diferentes sectores del mercado. A diferencia de la cinta, el sistema más extendido en los segmentos aficionado y semiprofesional, donde el vídeo es almacenado secuencialmente, en las tarjetas se generan directamente archivos que contienen audio y vídeo, y que permiten un flujo de trabajo diferente, no lineal.
Entre las principales ventajas que este nuevo flujo permite destaca la seguridad a la hora de grabar puesto que al quedar registrado el vídeo en archivos independientes se evita el riesgo de grabar por accidente sobre material ya grabado. Además, al no utilizar cabezales mecánicos para el arrastre de las cintas, las grabadoras se comportan mejor en situaciones poco favorables de humedad o temperatura.
Otro factor importante es el ahorro de tiempo, puesto que ya no hay que generar archivos de vídeo en el momento del volcado, sino simplemente arrastrarlos una vez conectada la cámara al PC o Mac. Esto que aparentemente es sencillo, a día de hoy puede suponer un pequeño trastorno, si no se cuenta con los programas de instalación adecuados, ya que cada cámara necesita de su driver específico para poder funcionar. Esto, unido al hecho de que cada vez que se inicia una nueva forma de trabajar se requiere un periodo de adaptación y aprendizaje, puede hacer nuestro primer contacto con cámaras de tarjeta un poco menos agradable de lo que es, y sin duda, será.
Las tarjetas P2 son utilizadas en un amplio rango de cámaras Panasonic, de diferentes prestaciones, en el que nos podemos mover utilizando el mismo soporte de grabación. Almacenan el vídeo en fi-cheros con formato MXF, que permite transferencia directa sin necesidad de digitalización. Resultan ligeras y fiables, resistentes a impactos y vibraciones, permitiendo trabajar en un rango muy amplio de temperaturas.
Se presentan en diferentes formatos, llegando actualmente hasta 64 GB. Esto equivale a una hora de grabación HD, por lo que ya comienzan a quedarse sin argumentos quienes veían en la capacidad un talón de Aquiles de las tarjetas.
El capítulo de costes sigue siendo de los más discutidos, enfrentando los ahorros inherentes al flujo de trabajo no lineal con el de los soportes, aún muy elevados. Aunque la evolución presenciada en sectores afines, como el de la informática o la fotografía digital, hace pensar que pronto el precio tampoco será un freno a la hora de decidir el soporte de grabación.
La Cámara
La cámara AG-HPX171 es un equipo destinado al usuario semiprofesional, que puede ser, no obstante, una buena opción en producciones profesionales, no solamente de bajo presupuesto sino también en aquellos casos en que el peso del equipo es un factor clave, como reportajes, documentales, etc.
Cuenta con tres sensores CCD de 1/3 pulgadas y formato panorámico nativo, es decir, que no utiliza algoritmos para llegar a ese formato, sino que graba directamente en un sensor de esa geometría. Estos nuevos CCDs han mejorado, presentando menor ruido y smear que generaciones anteriores.
El procesador digital de señal (DSP) trabaja con un ratio interno de 19 bits y un convertidor A/D de 14 bits. El DSP permite gran variedad de ajustes, destacando los tipos de curvas de gamma sobre los canales RGB. También convierte la señal en formatos HD o SD, funcionando de manera muy similar a los procesadores utilizados en cámaras de gama alta (Varicam).
La cámara tiene la posibilidad de grabar en gran cantidad de formatos, en alta definición o standard, como 1080i, 720p, DVCPRO HD, DVCPRO 50 y 576i. En alta utiliza el códec DVCPRO HD, probado con éxito en modelos anteriores, entregando gran calidad de imagen.
Resulta muy compacta y manejable, llamando la atención por su ligereza. Tanto, que realmente se nota si lleva puesta o no la batería casi con cogerla. Sus escasos dos kilogramos de peso han sido repartidos de forma que el centro de gravedad coincida con la empuñadura manual, lo que la hace extremadamente agradable de manejar en esa postura. Como siempre, habrá quien prefiera el formato semi-hombro, con un sistema de apoyo físico en el pecho. No es el caso. Si se opta por utilizarla desde el asa superior resulta igualmente manejable.
El objetivo es uno de los elementos donde Panasonic ha evolucionado mejor con esta cámara. Está equipada con un objetivo Leica Dicomar de 53 milímetros de diámetro, con una focal que baja hasta los 28 mm, convirtiéndola en la más angular de su gama. Así, es posible trabajar en espacios reducidos, evitando acoples externos que aumentarían el peso y perjudicarían el equilibrado de la cámara.
Las imágenes son muy nítidas, y los colores bastante reales. Pese a todo ello, se echa de menos un esquema óptico basado en objetivos intercambiables, que permita mayor flexibilidad de trabajo, sobre todo, en producciones más enfocadas al vídeo creativo o de ficción.
El zoom óptico de 13 aumentos funciona en manual y automático. Dispone de dos servos ajustables a velocidades diferentes, más el propio anillo, que permiten gran versatilidad en el manejo. El iris puede ser, igualmente, manual o automático. Así, la exposición puede ser controlada de manera bastante precisa.
Dispone de funciones de asistente de autofoco y enfoque manual, además del Focus assist, muy útil para enfocar rápidamente objetos lejanos sin necesidad de cambiar la focal. El anillo de foco es de tipo sin fin, muy habitual en esta gama de equipos, y que, personalmente, me gusta menos que el foco tradicional. Como novedad, el aro de foco es conmutable entre foco y diafragma, funcionalidad que puede resultar interesante pero a la que durante la prueba no le hemos sacado demasiado provecho.
La lente se protege mediante una tapa que resulta bastante incómoda, tanto en manejo como por lo aparatoso a la hora de llevarla encima. El estabilizador óptico de imagen (OIS) es otro elemento bastante interesante.
Al grabar en modo 720p, la cámara permite variar la velocidad de los fotogramas desde 12 hasta 60 cuadros por segundo para conseguir efectos de cámara rápida o lenta.
Como es ya habitual en este segmento, cada vez más estas cámaras presentan botones específicos de controles en su superficie para no tener que recurrir constantemente a los menús. Pese a que siempre jugarán con ventaja los equipos de mayores dimensiones, en este caso Panasonic ha sabido priorizar y encontrar el compromiso entre comodidad y accesibilidad
Los menús, para todas las demás funciones, son bastante completos y, aunque siempre será necesaria una lectura profunda del manual, resultan intuitivos. El selector de encendido, aunque recuerda un poco al de las videocámaras de baja gama y resulta un poco incómodo, no comparte la función de selector de modos (Cámara / Reproductor / PC), lo cual es de agradecer.
En la parte lateral superior, al lado del visor, los mandos del menú son compartidos con el control de reproducción. La disposición resulta muy accesible, con un botón joystick que permite una cómoda navegación. En el modo reproducción los clips son fácilmente identificables, del mismo modo en que se opera en fotografía digital, mediante imágenes generadas automáticamente que hacen referencia al contenido grabado.
El monitor LCD en color, de pantalla panorámica de 3,5″, permite una visión muy cómoda y fiel del cuadro. El visor, en la parte de atrás, permite ajustes de giro a 90º y dioptrías. El disponer de ambos elementos de visión hace posible que dos personas puedan ver al mismo tiempo el cuadro, por ejemplo, cuando se trabaja sin monitor de referencia.
Al abrir el monitor quedan al descubierto otra serie de controles comúnmente utilizados en rodaje. Además del capítulo de configuración de audio, encontramos las barras de color y el shutter (control de obturación). También pueden localizarse los controles para el código de tiempo (SMPTE, provisto de bits de usuario), ajuste de brillo del monitor, Zebra y estabilizador de imagen (OIS).
Pero lo realmente novedoso es la función monitor de forma de onda / vectorscopio (Wave Form Monitor, WFM) que permitirá, a los más técnicos, entender la exposición a la que estamos trabajando simulando el empleo de estos aparatos. No vamos a entrar a explicar los fundamentos físicos por los que se rigen estos equipos ni la fiabilidad de esta función en cámara pero resulta, cuando menos, interesante, la integración entre diferentes tipos de equipos, que en un futuro simplificarán enormemente los rodajes.
El lateral derecho queda reservado, además de para las conexiones de audio y usb, para la grabación con la cámara ajustada a la mano. En el lateral izquierdo, el control de ganancia de tres posiciones permite trabajar en situaciones de poca luz, y los tres filtros de densidad neutra, lo contrario. Tres presets (memorias) configurables por el usuario. Balance de blancos manual y automático, con el botón de balance en el frontal.
La HPX171 dispone de dos ranuras para tarjetas P2 de memoria para maximizar el tiempo de grabación permitiendo el intercambio en caliente para continuar con la grabación. La tapa de la zona de tarjetas resulta un poco endeble, pudiendo abrirse accidentalmente y permitir la entrada de polvo u otros elementos no deseables.
El selector de escenas, en la parte trasera, permite utilizar seis modos diferentes de grabación, que pueden ser personalizados y renombrados, así como almacenados en una tarjeta SD, alojada encima de las dos tarjetas P2.
El capítulo de audio es bastante completo, con micrófono interno y posibilidad de conectar dos más mediante entradas balanceadas XLR, conmutables entre micro y línea. Ajuste independiente de los niveles de entrada de cada canal.
La cámara también es bastante completa en cuanto a conexiones se refiere. Salida HD-SDI para salida de vídeo sin comprimir, entrada/salida i.LINK (IEEE1394 o Firewire), utilizable para transferir vídeo (no archivos) hacia softwares de edición como Final Cut, Premiere o Avid, y salida analógica de vídeo compuesto o en componentes.
Incluye también un puerto USB para la descarga de clips a la computadora, y conexiones para controles remotos de iris, foco y zoom, así como una salida minijack para auriculares. Todas las conexiones aparecen protegidas por unas tapas de plástico.
Además de la grabación en condiciones normales, la cámara incorpora siete modos de ajustes de gamma, basados en desarrollos para la Varicam, que proporcionan diferentes situaciones para aplicar de manera creativa.
Este tipo de opciones siempre son discutidas, porque si bien abren posibilidades y permiten ganar tiempo, por otra pueden limitar el resultado alterando la fuente, por lo que siempre hay quien prefiere grabar una fuente lo más natural posible y dejar a la postproducción hacer su parte del trabajo. Las opciones, no obstante, ahí están, y los resultados merecen, como poco, ser probados.
La función de extensión de rango dinámico (DRS) puede ser útil ante movimientos de cámara entre situaciones con diferentes niveles de contraste, típico caso al movernos desde un exterior a un interior, o viceversa.
Gran variedad de funciones adicionales, entre las que destacan Pre-rec y Loop-rec, modos rápidos de grabación pensados para evitar que se pueda dejar de grabar una escena importante por no tener la cámara preparada.
Conclusiones
La Panasonic AG-HPX171 es una cámara pequeña, compacta, y sobre todo, muy ligera. Está destinada a producciones que rozan el segmento profesional, presentando grandes ventajas en los momentos en los que el peso es un factor determinante.
Muy flexible, utilizable tanto en exteriores, para noticias, cine documental o para ENG, quizá tiene menor presencia para estudio. Especialmente indicada para pequeñas cadenas de TV digital y productoras de noticias y documentales. Buen rendimiento en relación a su tamaño, con una gran definición. Se echa de menos, mirando hacia el cine de bajo presupuesto, un sistema de óptica intercambiable.
La apuesta por el soporte en tarjetas en lugar de cintas podría provocar alguna reticencia inicial, sobre todo teniendo en cuenta los precios actuales de estos soportes. La evolución presenciada en sectores afines lleva a pensar que pronto el precio tampoco será otro factor en contra de las tarjetas de memoria a la hora de decidir el soporte de grabación.
Pese a que, dada la diversidad existente, siempre será posible encontrar ventajas e inconvenientes comparando con otras cámaras de su segmento, la Panasonic AG-HPX171, hoy por hoy, parece que tiene un hueco claro en el mercado.
Trípodes cedidos por Cimat Foto