Rosco Ibérica, la esencia del audiovisual
Se dice pronto pero son ya 25 años los que Rosco Ibérica lleva en este negocio. Nos hemos acercado a sus instalaciones para entrevistar a Felipe Palomino, Director general de la compañía.
Los comienzos de Rosco se pierden en el tiempo…
Rosco empezó su andadura en 1910 en EEUU. En aquellos tiempos se dedicaba al mundo del teatro. Por supuesto que las personas que lanzaron la compañía a principios de siglo no eran evidentemente las que están ahora implicadas. Stan Miller compró la compañía con un primo suyo en 1958, y a partir de ahí es cuando se empieza a desarrollar. En un principio la empresa estaba más focalizada al teatro hasta que más adelante, y probablemente por presiones del mercado, se mete en el mundo del cine y de la televisión. Hoy por hoy es en ese mercado donde desarrolla un buen porcentaje de su negocio, aunque siguen sin abandonar ni el teatro, ni otras artes escénicas colaterales. En 1970 la compañía empezó a internacionalizarse, primero en Londres a través de Michael Hall, que es una persona con mucha historia en el Reino Unido. Después vinieron Canadá, Espa-ña, Brasil, Australia, y una serie de oficinas comerciales en Italia, Holanda, Alemania, y Francia. Ya después en 2005 se inició una expansión en el sentido de hacer un reagrupamiento, y un control de mercados específicos, que consideran interesantes. Ese es el proceso en el que están involucrados ahora mismo, y siguen adelante. Rosco es una compañía que en sus inicios tenía una facturación 72.000 dólares, y actualmente supera los 50 millones de dólares como grupo, a nivel global.
¿Cuándo surge Rosco Ibérica?
Rosco Ibérica empieza su andadura en 1979. Después de contactar con Michael Hall, Stan Miller y él conocen a un director de fotografía portugués que es Pedro Massano, y le propusieron abrir Rosco España. En aquellos momentos se trataba de un mercado con un potencial importante. Y es que una vez superadas las reticencias de la situación política, o la tremenda inflación, empezaron a hacerse muchos rodajes aquí. Vinieron un gran número de producciones, bien fuese por paisaje, por luz, por costes, etc. Así que aprovechando aquel momento Pedro Massano abrió la compañía en España. Los dos primeros años lo hizo un poco a título individual, hasta que en 1982 se creó formalmente Rosco Ibérica, que en aquellos momentos era Rosco España. Por una sencilla razón, pocos años después se cerró Rosco Portugal. No existía la Unión Europea en aquellos entonces en la península Ibérica. A partir de 1993 es cuando caen las barreras arancelarias y las fronteras. Es entonces cuando la división de Portugal desaparece y la división de España pasa a controlar toda la península. También está dentro de nuestros objetivos África. Hay zonas de ese continente con gran influencia anglosajona, y esas son servidas desde Londres. Son países como Egipto, o Sudáfrica. Y los que tienen influencia española, e incluso francófona, son de nuestra responsabilidad y están servidos desde Rosco Ibérica. Es evidente que este mercado Africano es un mercado pre-emergente, no los podríamos calificar ni siquiera como mercados emergentes. Yo personalmente visité hace 2 años Argelia y daba sensación a un país similar a lo que podía ser España en los años 50. Un país «pre» todo. Supongo que dentro de unos años serán países emergentes, y Rosco tiene la obligación de estar presente en todos ellos.
¿Cuál es vuestro producto estrella?
Desde el principio hemos estado envueltos en lo que son las gelatinas. Que se llaman así porque eran, efectivamente, unos productos gelatinosos de color que poco menos que desaparecían inmediatamente, se quemaban, etc. Lógicamente todo esto ha evolucionado. De todas formas ese es el foco del producto de Rosco desde 1910, en aquel momento con Rosco Gel, y Colorine. Ese ha sido el alma de la compañía durante toda su vida, y lo continúa siendo. Aún así Rosco ha ido poniendo al servicio del mundo del espectáculo otras muchas cosas, hablamos de filtros de control de color, o de control técnico. De hecho el primer Oscar que recibe Rosco, o uno de los primeros que recibe, está en función de filtros de calibrado y de corrección. La verdad es que se pueden crear tantas gamas de color como vayan necesitando los diseñadores de luz, al fin y al cabo es algo subjetivo. Lo que hay que hacer es buscar un soporte económico y unas estructuras, y ahí es donde entra la simbiosis que tiene Rosco con los iluminadores. Oyéndoles y escuchándoles, es como de verdad nacen los colores nuevos. Esta es la gama principal del producto de Rosco en el pasado, y desde luego que en el presente continua siéndolo. Pero claro, si en aquellos inicios era el 100% del volumen de ventas, en estos momentos ese porcentaje ha descendido notablemente por la presencia de otros productos. Poco a poco han ido apareciendo gobos, suelos también, pinturas, humo, y máquinas para generarlo. En definitiva otra serie de productos. Unos han tenido éxito, y por lo tanto continuidad, y otros han tenido aparentemente un feliz nacimiento y un frustrado desarrollo.
¿Vendéis los mismos productos todas las empresas del grupo?
Hoy por hoy no. Todos vendemos los productos estrella de la compañía, se llamen como se llamen. Sin embargo Rosco siempre ha estado atento al desarrollo local de los mercados y puede que, según que oficinas existan, otros criterios distintos. En nuestro caso Pedro Masano vio que el tema de los textiles era una posibilidad interesante de negocio, que existía en EEUU pero por distintas evoluciones pasaron a segundo plano y desaparecieron. Esto lo ha continuado después en Rosco Ibé-rica. Volviendo a los productos, Ros-co Ibérica se convierte en la excepción más notable de todos los Ros-cos, porque comercializamos y tenemos grandes alianzas en el mundo del maquillaje profesional, con una primerísima firma de EEUU. Y también en el mundo de las plataformas donde tenemos una clara ventaja comercial, cuando alguien necesita una plataforma pide una plataforma Rosco, se han quedado con ese nombre. Un alto porcentaje de las mismas no será Rosco, pero el nombre comercial se sigue utilizando.
¿Cómo se ve Rosco en un mundo digitalizado?
En el mundo digital, y contrariamente a lo que muchos piensan, creo que no todo va a poder ser controlado por una forma de trabajo impuesta por sistemas. Es posible que acabemos entrando en otra serie de conceptos en el mundo del color, por la incorporación de la tecnología de leds al sector audiovisual. Estoy seguro de que acabará siendo el que se lleve por delante el filtro tradicional. Pero lo veo lejano por una cuestión de costes y de calidad cromática. A día de hoy la calidad que te da un filtro no te la da un led, ni tampoco tienes la misma intensidad lumínica. Son problemas a solucionar todavía, y que nadie duda que se acabaran solventando. Esa tecnología terminará siendo una competencia muy fuerte para el filtro, y probablemente en un futuro lo arrincone. Aun así yo diría que la evolución será paralele a lo que supuso la evolución de la fotografía que pasó del blanco y negro, al color, a las cámaras digitales, y ahora estamos volviendo al blanco y negro.. Porque al fin y al cabo lo que nos gusta es el trabajo subjetivo, nos gusta filtrar, nos gusta poder controlar la luz. Así que me gustaría hacer una diferencia entre lo técnico y lo artístico. Estará muy bien que en un futuro el mundo digital me permita controlar absolutamente todo, y ahí es donde entran los led. Pero siempre llegará el iluminador de turno que siempre quiera tener un punto de vista diferente, y eso solo lo solucionan los filtros.
¿Qué nivel de independencia tienen las compañías del grupo?
Cada compañía del grupo es totalmente independiente. Es cierto que la propiedad de las mismas es la que estimen las personas que están al frente del grupo, pero nosotros tenemos absoluta libertad para desarrollarnos y enfocar el negocio hacia donde nosotros queremos. Obviamente los movimientos que hacemos están consensuados, pero si tenemos libertad para movernos por donde creemos que nuestro mercado puede funcionar mejor.
¿Fabricáis también los productos?
Es evidente que en un mundo globalizado estamos unidos a un punto de fabricación muy importante. Pero hoy en día está controlado por diferentes puntos de fabricación, y Rosco hace sus joint venture, o sus acuerdos con diferentes fabricantes, proveedores, etc. Teniendo eso sí el control y la presencia necesaria para controlar todos los procesos. Lo que sí hacemos es controlar comercialmente la producción.
¿Con qué plantilla cuanta Rosco Ibérica?
Estamos a caballo entre la docena y la veintena desde hace varios años. Esto lo provoca el crecimiento que hemos tenido, y la apertura del taller de confección que es lo que hace fluctuar un poco el número de trabajadores, dependiendo de picos de trabajo. A nivel mundial creo que estamos alrededor de los 300 empleados.
Te tengo que preguntar por la crisis…
Pienso que es una crisis económica inducida. Sé que eso es lo que provocan las crisis, pero quiero decir que es evidente que tenemos una economía basada en el ladrillo desde hace muchos años atrás, y la verdad es que era conveniente ir cambiando. La crisis de las subprime en Estados Unidos ha creado una alarma, que en un principio fue muy exagerada, y después fue real. Pero lo que parece es que las entidades financieras españolas no estaban tan implicadas en ese tema. Pero desde luego a lo que no se pueden esconder las entidades, es al desarrollo global del préstamo del dinero que existe a nivel mundial. Es evidente que al desaparecer ese dinero y las líneas de financiación, se ha provocado la crisis. En ese aspecto diría que no es una crisis real, no veo realmente una bajada dramática de los mercados, sinceramente. Por ejemplo el desarrollo de nuestras ventas es similar a los años anteriores, con sus puntos altos y sus puntos bajos, pero similar. Lo que si puede generar un gran problema es la desaparición del dinero de forma prolongada, durante mucho tiempo. Eso sí que podría afectar a todos los sectores del mercado. Centrándonos un poco en nuestro caso, yo creo que Rosco está muy consolidado, y la verdad es que tenemos una situación económica saneada.