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Servicios de accesibilidad en televisión digital (I)

Servicios de accesibilidad

El presente artículo repasa la situación de los servicios de accesibilidad para las personas con discapacidad a la televisión digital e incide especialmente en las oportunidades técnicas que supone el actual proceso de digitalización (por ejemplo, la emisión de subtítulos digitales según norma DVB-SUB). Para la prestación de estos servicios existen no sólo motivos sociales, sino también económicos y, previsiblemente, legislativos.

Como es sabido, la facilidad de integración de nuevos contenidos y servicios en la televisión digital (y, de forma más general, en cualquier sistema digital) proviene de la flexibilidad que supone la codificación de cualquier tipo de información como ristras de dígitos binarios. Esta flexibilidad puede ser aprovechada también por los operadores de televisión para la prestación de servicios de accesibilidad destinados a los distintos colectivos de personas con discapacidad. En este sentido, es posible diferenciar entre:
– Personas sordas y con discapacidad auditiva.
– Personas con discapacidad visual.
– Personas con discapacidad física.
– Personas con discapacidad intelectual.
Si bien, debido al carácter audiovisual de la información, los servicios de accesibilidad se han orientado tradicionalmente a los dos primeros colectivos, que podrían denominarse «personas con discapacidad sensorial», no se deben olvidar tampoco las necesidades específicas de los otros colectivos, así como las oportunidades que la televisión digital puede suponer para ellos.
En España hay varios millones de personas con discapacidad y el número aumentará en el futuro debido al envejecimiento de la población. Por ello, la prestación de servicios de accesibilidad ha de contemplarse no sólo como una cuestión de igualdad de todos los ciudadanos ante la Sociedad de la Información, sino también como una oportunidad de negocio, dadas las dimensiones del mercado.
Por otra parte, como se verá más adelante en este artículo, la legislación y la regulación pueden imponer la prestación de servicios de accesibilidad a los operadores, tanto públicos como privados.
En la cuestión de la accesibilidad a la televisión digital en España hay que destacar la labor pionera del Grupo de Trabajo 5 sobre Accesibilidad, integrado dentro de la estructura del Foro Técnico de la Televisión Digital. Este grupo, coordinado por la Subdirección General de Infraestructuras y Normativa Técnica de la Secretaría de Estado de Telecomunicaciones y para la Sociedad de la Información del Ministerio de Industria, Turismo y Comercio y auspiciado por el Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales, desarrolló su actividad a lo largo de 2005 y consensuó un documento [1] que recopila, entre otros contenidos, la normativa técnica, la legislación aplicable, los requisitos y necesidades de las personas con discapacidad y las implicaciones tecnológicas. La aprobación del documento fue posible gracias al consenso entre administraciones, operadores de televisión, asociaciones de personas con discapacidad, organismos de investigación, cuerpos de normalización, empresas de creación de servicios de accesibilidad, operadores de red, etc.
Una de las aportaciones de este grupo de trabajo fue la distinción entre servicios de accesibilidad (por ejemplo, el subtitulado), las herramientas técnicas o recursos tecnológicos disponibles (por ejemplo, el teletexto) y las implementaciones de los servicios a partir de una o varias de las herramientas técnicas disponibles (por ejemplo, un servicio de subtitulado a través de teletexto aprovechando que existe una norma DVB para la inclusión del teletexto en las emisiones de TV digital).

Subtitulado

El subtitulado es, probablemente, el servicio de accesibilidad más popular en nuestro país debido a su amplio desarrollo en la televisión analógica a través del teletexto. TVE subtituló el primer programa por teletexto en el año 1990. En la actualidad todos los principales operadores españoles (entre ellos varios autonómicos) subtitulan una gran parte de su programación a través del teletexto.
Es preciso tener en cuenta que el servicio de subtitulado en España se orienta exclusivamente a las personas sordas. En otros países europeos, en los que no se doblan las obras audiovisuales en lenguas extranjeras, el subtitulado tiene como fin la traducción de las intervenciones de los personajes y está destinado a toda la población.
Este detalle es relevante porque el subtitulado para personas sordas presenta algunas peculiaridades, como la utilización de un código de colores para distinguir a los diferentes personajes o la necesidad de transcribir también los efectos sonoros («Llaman a la puerta») y los elementos  suprasegmentales («Susurra»).
El servicio de subtitulado sigue estando disponible en la televisión digital en la medida en que el teletexto se incluya en el flujo de transporte junto con el resto de contenidos. La norma DVB-TXT [4] especifica cómo llevar a cabo esta multiplexación del teletexto. Téngase también en cuenta que el teletexto es desde sus comienzos un sistema intrínsecamente digital. Se podría definir como un sistema digital de comunicación que explota determinadas características de los formatos analógicos de televisión (en particular, la retraza vertical o vertical blanking interval, VBI).
Un valor de referencia sobre el régimen binario que ocupa el flujo de teletexto en el múltiplex de emisión serían 250 kbps, incluyendo los subtítulos y el resto de páginas.
Los receptores de televisión digital, bien las cajas externas, bien los televisores integrados, suelen incorporar alguna mejora en el acceso a los subtítulos, de modo que se simplifica la selección por parte de los usuarios. Por ejemplo, es posible activar los subtítulos mediante un botón del mando o un menú gráfico (como muestra la Figura 1) y el receptor recuerda la selección aunque se cambie de canal o se apague. De esta forma, se evita tener que entrar en el teletexto y seleccionar la página 888 cada vez que se cambie de canal.
Además, en la televisión digital también es posible emitir subtítulos según la norma DVB-SUB [5], que especifica un formato para la transmisión de los subtítulos como flujo de datos. Ya hay varios operadores que están ofreciendo este tipo de subtítulos en la TDT española.
Mientras que los subtítulos del teletexto se caracterizan por la aridez del tipo de letra empleado (salvo que la pantalla o el receptor digital muestren tipos de letra más agradables), los subtítulos DVB-SUB ofrecen al operador una flexibilidad total a la hora de configurar la presentación de los subtítulos. Así, los subtítulos DVB-SUB de Televisión Española (que fue el primer operador de ámbito nacional que introdujo este tipo de subtítulos en nuestro país) se transmiten como mapas de bits, de acuerdo con el formato especificado en el estándar. Gráficamente, destacan porque carecen de caja (de modo que se oculta una menor parte de la pantalla) y los caracteres son más legibles que los del teletexto y de un tamaño algo superior, como se puede observar en la Figura 2. Al tratarse de mapas de bits podrían incorporarse también iconos u otros gráficos.
Los subtítulos DVB-SUB se encapsulan como paquetes del flujo de transporte con su propio PID y se señalizan en la PMT como paquetes PES de datos privados. A título orientativo, el régimen binario de este flujo de datos se sitúa en el entorno de algunas decenas de kbps.

Audiodescripción

La audiodescripción consiste en unos comentarios adicionales que intentan describir la parte visual de las obras audiovisuales para hacerla accesible a las personas ciegas y con discapacidad visual. De manera más formal, la norma UNE 153020 [6] establece esta definición: «Servicio de apoyo a la comunicación que consiste en el conjunto de técnicas y habilidades aplicadas, con objeto de compensar la carencia de captación de la parte visual contenida en cualquier tipo de mensaje, suministrando una adecuada información sonora que la traduce o explica, de manera que el posible receptor discapacitado visual perciba dicho mensaje como un todo armónico y de la forma más parecida a como lo percibe una persona que ve.»
La posibilidad de multiplexar un número arbitrario de flujos de audio en la televisión digital supone una gran oportunidad para que los operadores de TV pongan en marcha este servicio, que todavía es muy poco conocido. Ya hay operadores de TDT que están ofreciendo este servicio mediante la transmisión de un flujo adicional de audio que integra tanto la pista de audio convencional de la película o serie como los comentarios adicionales. Es importante destacar que los comentarios adicionales deben integrarse adecuadamente con la pista convencional de audio, por ejemplo, aprovechando los silencios en los diálogos. Es lo que la norma denomina «un todo armónico».
En analógico se planteaban dos alternativas para la prestación del servicio de audiodescripción:
–    Emplear emisoras de radiodifusión sonora para los comentarios adicionales, de modo que el usuario los recibiese mediante un receptor de radio. Esta solución provoca problemas considerables de sincronización entre los comentarios y la obra audiovisual debido a la diferencia de retardos que implica la transmisión por distintas redes.
–    Emplear uno de los dos canales disponibles en el caso de transmitirse sonido NICAM. Esta segunda solución plantea los inconvenientes que se detallan a continuación.
La transmisión del audio digital NICAM en la televisión analógica requiere una subportadora adicional en una frecuencia 5,65 MHz por encima de la portadora de luminancia. Los centros emisores y reemisores de las redes de difusión han de poseer un amplificador adicional sintonizado a esa frecuencia, además de los correspondientes a las portadoras de luminancia, crominancia y audio analógico FM. Los costes de la adaptación necesaria en las redes de difusión hicieron que sólo algunos centros emisores estén preparados para la difusión de audio NICAM, de modo que la cobertura es muy reducida.
Por otra parte, los operadores de TV suelen preferir dedicar el audio NICAM a la transmisión de sonido estéreo o en el idioma original (dual), de modo que no hay disponibilidad de canal de audio para la transmisión de la audiodescripción.
La situación en digital es mucho más favorable ya que el operador puede incluir los flujos de audio que desee. Por ejemplo, el canal de noticias por satélite Euronews emite simultáneamente en casi una decena de idiomas, correspondientes a otros tantos flujos elementales de audio.
La emisión del canal de audiodescripción requiere del orden de 200 kbps, como cualquier canal convencional de audio. Si bien las normas DVB [7] prevén la transmisión de un canal de audio que incluya únicamente los comentarios adicionales (y que requeriría un menor régimen binario si se codifica en mono a 64 kbps) y que se sume al flujo convencional de sonido en el receptor (lo que conlleva una complicación adicional de este), las implementaciones que están haciendo los operadores españoles de TDT consisten en la transmisión de un canal «completo» de audio, que integra en origen el audio convencional y los comentarios adicionales. De esta forma se evita también que los usuarios con discapacidad resulten penalizados, ya que pueden emplear un receptor normal y no uno de mayores capacidades.

Interpretación en lengua de signos

La lengua de signos es la lengua natural para una parte de la comunidad sorda. De hecho, hay personas sordas que experimentan problemas para comprender la lengua oral escrita, por lo que los subtítulos no les resuelven la cuestión de la accesibilidad. Aunque se trata de una realidad desconocida para el resto de la población, las lenguas de signos son sistemas lingüísticos de gran riqueza y con unas características gramaticales diferentes de las de la lengua oral. Prueba de la riqueza de la lengua de signos es que sólo en nuestro país existen dos: la Lengua de Signos Española (LSE) y la Lengua de Signos Catalana (LSC). Y eso sin contar las variedades dialectales presentes en algunos territorios.
Han existido tradicionalmente programas con interpretación en lengua de signos desde hace décadas en la televisión analógica. Estas emisiones se caracterizan porque son en modo abierto, es decir, el intérprete en lengua de signos está visible para todos los usuarios, tengan discapacidad o no. Puesto que la presencia del intérprete puede molestar a espectadores que no sean usuarios de lengua de signos, los programas con interpretación suelen confinarse a horarios de menor consumo televisivo.
Actualmente se emiten de esta forma diversos programas en la TDT, fundamentalmente en operadores con obligaciones de servicio público, como «En lengua de signos» en La 2 de TVE, así como debates parlamentarios o la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros (Canal 24 Horas), retransmisión que muestra la Figura 3.

Audiosubtitulación

Se trata de un servicio que no es necesario en España, ya que se doblan las obras audiovisuales extranjeras, pero que se cita en los documentos internacionales y resulta tecnológicamente interesante.
En aquellos países donde no se doblan las obras audiovisuales y se incluye la traducción del guion mediante subtítulos destinados a toda la población, la programación resultaría inaccesible para los usuarios con discapacidad visual, al no poder percibir los subtítulos. La audiosubtitulación consiste en la locución automática de los subtítulos dirigida a estos usuarios.

TXT: Carlos Alberto Martín Edo Grupo de Aplicación de Telecomunicaciones Visuales (G@TV) Universidad Politécnica de Madrid

Servicios de accesibilidad en televisión digital (II)

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