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Sony NEX-FS100, los pequeños crecen, y mucho

NEX-FS100

Por números y en resumen: grabación full HD 1920×1080 hasta 50/60p, codec AVCHD hasta 28 Mbps, formato NXCAM en tarjetas SD, SDHC, SDXC, MSProDuo y/o unidad opcional FMU de 128 Gb, óptica intercambiable con bayoneta “E”, salida HDMI en 4:2:2 sin compresión, y un diseño completamente innovador.
Pero lo mejor de todo: comparte el mismo sensor EXMOR Super 35 mm CMOS progresivo que utiliza su hermana mayor, la también reciente PMW-F3. Gracias a este sensor, contamos con unas cualidades de imagen final en términos de sensibilidad, bajo ruido y profundidad de campo que la posiciona varios escalones por encima de lo que su precio nos invitaría a pensar.
Está previsto que esta cámara se pueda adquirir con o sin óptica, habiendo contado para nuestra prueba con el E18-200mm f3.5-6.3 OSS zoom con estabilizador integrado.

Primer contacto

La primera sensación es que se trata de una cámara que no está pensada para manejar a mano, y sí en cualquier tipo de soporte: trípode, steady, cabeza caliente e incluso rig 3D.
En el cuerpo, de superficies prácticamente planas, quedan completamente integrados los elementos indispensables: visor, batería y memoria o unidad FMU.  Otros, como el asa/soporte del micro y la empuñadura son adosables si se necesitan. Y cuenta con varias roscas adicionales para ir añadiendo cualquier otro tipo de accesorio, al mas puro estilo cinematográfico.
Para el visor, una pantalla táctil de 3,5” y 921.000 pixels, se suministra un ocular de gran tamaño que permite una perfecta visualización en las condiciones mas difíciles. Este visor integrado cuenta con un anclaje que permite mantener su posición aún con el ocular adosado.
La montura óptica tipo “E” es la misma que tiene toda la familia alpha de fotografía réflex y las también recientes compactas NEX, así que la variedad ya disponible es bastante amplia.
Revisando todavía los aspectos físicos, nos llaman la atención algunos detalles:
–    Todas las conexiones de entrada/salida están protegidas con sus respectivas tapas, por dentro del bloque del cuerpo.
–    La empuñadura rota 360º, pudiendo fijarse en cualquier ángulo. Tiene botón de arranque/parada, pero no de servo para el zoom, y la conexión eléctrica se realiza mediante un cable externo.
–    El botón de grabación está duplicado, por debajo del objetivo en el frente y en la parte superior trasera, accesible incluso con el visor cerrado.
–    Para el control del iris desde el cuerpo de la cámara, existe una pequeña rueda de tipo sin fin. También se puede hacer a través del remoto Lan-C integrado, si disponemos de algún mando con esta función.
–    Junto a la marca de posición del plano focal existe una cabeza de tornillo para fijar el metro y poder medir distancias de enfoque con precisión.
–    No tiene filtros de densidad neutra.
–    Los dos conectores de entrada de audio XLR están ubicados en dos posiciones diferentes del cuerpo.
Con todas estas ideas aún en plena efervescencia y todavía sin encenderla, precipitamos la primera conjetura: esta cámara responde mucho mejor al concepto y necesidades del ámbito cinematográfico, que a las propias del entorno ENG.

Encendiendo

Todos tenemos una cierta tendencia a dejarnos deslumbrar por los números, los fríos datos técnicos que resultan irrefutables. Y desde éstas páginas llevamos tiempo insistiendo en lo bueno que es utilizar  “nuestros sentidos”, vista y oído primordialmente, para completar cualquier valoración. Porque la finalidad en nuestro sector audiovisual, es utilizar las herramientas para llegar a nuestros clientes a través de esos mismos sentidos.
Está bien saber que graba a 0,28 lux (especificación de catálogo), pero debemos “sentir” cómo lo hace. Y grabar en FullHD hoy es común, pero no todas las cámaras lo hacen igual, ni nos permiten “sentir” el plano de la misma forma. Y mis sentidos resultaron gratamente estimulados con la primera imagen. Siempre hago un repaso y unas primeras pruebas con los equipos en casa, y en este caso tenía la cámara conectada vía HDMI a la tele y la habitación parcialmente iluminada con una lámpara de lectura cerca de mí.
No buscaba una prueba de sensibilidad, sólo estaba en un entorno cómodo repasando la enorme cantidad de opciones del menú, y el fondo oscuro es cómodo para el texto blanco. Al quitar la tapa del objetivo me encontré con una imagen mucho mejor de lo que esperaba, incluso teniendo en cuenta que la cámara que había probado inmediatamente antes era la PMW-F3 de la que mi amigo Álvaro hizo un excelente artículo hace pocos números.
La razón de la sorpresa era la luminosidad y limpieza de la imagen, con detalle suficiente a lo largo del degradado de luz, hasta las sombras, sin apenas ruido, antes de hacer cualquier ajuste, y con una óptica de luminosidad limitada. El resultado se debía a que la cámara, todavía en modo totalmente automático, había subido la ganancia hasta +30dB para lograr ese resultado tan llamativo. Sí, habéis leído bien, “más treinta decibelios”.
Y esta es una de las características diferenciadoras de esta línea de producto de vídeo frente a las cámaras de fotos que hacen vídeo. Atención, que no estamos hablando de que una sean “mejores o peores” que las otras. Como siempre, volvemos al concepto de las herramientas: hoy en día, todas las herramientas son excelentes. La diferencia está en el profesional, que debe saber elegir la mas adecuada para cada tarea.
La ventaja que aporta un sensor como éste Super35, grande, y sin decenas de megapíxels, es que CADA píxel es mucho mas grande, y eso permite una sensibilidad y gradación mucho mejor de CADA uno de los píxel que componen la imagen final. Además, como el volumen de información a manejar es menor, el efecto rolling-shutter también  mejora sensiblemente.

Sony NEX-FS100

A medida que voy pasando tiempo con la cámara, refuerzo mi primera conjetura: “estilo cine fácil, ENG difícil”. Estoy acostumbrado a manejar cámaras “no de hombro” desde hace algunos años, y me siento muy cómodo con ellas, pero no he encontrado la forma de sostener ésta a mano de una forma estable y prolongada en el tiempo. En cambio, con un steady debe ser una maravilla, por su tamaño y ligereza.
Ya con ella en la calle, puedo asegurar que responde muy bien en condiciones de luz suficiente, e incluso escasa. Pero si tenemos exceso, sólo podemos controlarlo cerrando el diafragma o subiendo la velocidad de obturación más allá de lo deseable, lo que nos lleva a desear una caja de filtros, con o sin matte-box. Por cierto, que la velocidad de obturación sube hasta un impresionante 10.000, así que si la velocidad de obturación no es un problema, podríamos “rodar en el desierto” sin filtros.
En cualquier caso, la calidad del resultado final es algo que cada uno de vosotros deberá juzgar por sí mismo, pero estoy seguro que os sorprenderá lo que es capaz de lograr. Sobre todo si tenemos en cuenta su precio. No conocemos nada en ese rango de precios que sea capaz de alcanzar lo que este nuevo modelo ofrece.
La muy buena calidad de imagen queda algo por detrás si nos empeñamos en compararla con la PMW-F3, a pesar de compartir el mismo sensor, por la diferencia de las ópticas y de la mayor compresión (28 frente a 35 Mbps), pero en cualquier caso nos parece significativamente mejor ésta, frente a la que encontramos en otros modelos, incluso de precio superior, básicamente porque el tamaño de sensor se deja sentir.
Pero las limitaciones de la compresión se pueden obviar, si grabamos en algún dispositivo externo de los que ofrecen otras compañías a través del puerto HDMI. Sin olvidar que la F3 también cuenta con esta posibilidad, por HDMI y por HD-SDI.
Respecto a la profundidad de campo, esa que tanto nos gusta cuanto mas escasa es, resulta un indudable punto fuerte, tanto estética como narrativamente. Y a la vez es una dificultad añadida para  encuadrar/enfocar cuando nuestro entorno no está totalmente controlado. Esta es una de las razones por las que no la elegiría para ENG.
Se siente mas cómoda sobre soporte, fijo o móvil, y admite todos los accesorios que necesitemos atornillados a ella. La duplicidad de botones de grabación por delante y por detrás del cuerpo, además del tercero si montamos la empuñadura, y con la posibilidad del cuarto a través del control remoto, refuerza esta idea. Al igual que los 6 botones de función asignables, repartidos por distintos lugares.
Desde el menú se controlan todos los parámetros funcionales, siendo los mismos que ya conocemos en la gama NXCAM. Cuenta con múltiples modos de grabación, desde definición estándar hasta full HD 1920×1080 en modo 50/60 progresivo.
Cuenta con el receptor GPS, que graba en los metadatos de la imagen el posicionamiento de rodaje de cada plano, muy interesante en documentales y cualquier otra actividad en la que la geolocalización sea un valor añadido.
Las opciones configurables para los perfiles de imagen son los mismos que los de la familia XDCAM-EX, siendo ésta una de las características que permite maximizar el rendimiento del equipo, adaptándolo a las distintas circunstancias. La otra función que, junto con los perfiles de imagen, cuenta con su propio acceso directo es la velocidad variable de cuadro, S&Q.
El flujo de trabajo es el habitual de NXCAM, vía tarjeta de memoria en una única ranura, o en la unidad opcional FMU de 128 Gb, en la que podremos almacenar más de 11 horas de vídeo en formato AVCHD de máxima calidad. Contando con este módulo, también podemos grabar simultáneamente en dos calidades, iguales o diferentes, en él y en la tarjeta de memoria.
El puerto HDMI permite realizar la monitorización y/o grabación en dispositivos externos con mayor calidad, como ya hemos comentado, ya que la salida es 4:2:2, directa del procesador de imagen y sin compresión.

Conclusión

Ésta también es una herramienta extraordinaria. El sensor es impresionante y nos da ese look cine que tanto nos gusta con una facilidad enorme. Y todo con un precio realmente atractivo y asequible.
Confirmamos la conjetura inicial: nos parece una cámara idónea para series, documentales, videoclips, y producciones de presupuesto ajustado. Y muy exigente con su operador si pensamos en ENG o reportaje social, pero al que brindará resultados inigualables.
Y si ampliamos un poco nuestro horizonte, descubrimos que forma parte de una familia en la que puede dar mucho juego. Así como la PMW-F3 es una cámara A idónea para producciones de determinado nivel de presupuesto, y se convierte en una excelente cámara B para acompañar a una SRW-9000 en producciones de nivel superior, nuestra NEX-FS100 es una gran cámara A para producciones de presupuesto ajustado, y se convierte en la cámara B perfecta para acompañar a la F3 en producciones de mayor nivel.
Como siempre, será el acierto de los profesionales que la seleccionen y que la utilicen, quién podrá convertir sus números y acrónimos (1920×1080, 50p, AVCHD, HDMI, …) en una historia que haga disfrutar a nuestros espectadores, o clientes.

Txt: Luis Pavía
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